Remember the Time - Michael Jackson Fanfic

Capítulo 23: "Uno sólo"

Al llegar a mi habitación, noté las luces apagadas. - Así está perfecto. - susurró Michael. A través de la ventana se percibía la luz de la luna, aún así encendimos una lámpara.

Giré y miré a mi novio, quien tenía una mirada diferente: un brillo especial y a su vez una mirada profunda, de deseo. Puso su mano sobre mi cuello y me acercó hacia sus labios. Bajo sus manos hacia mi cintura, las mías estaban sobre su camisa negra encargándome de desbotonar.

-Esta noche no habrá oscuridad porque nuestro amor brillará- susurró. - Deposita tu confianza en mi corazón y tendré cuidado de ti en el paraíso. - suavemente me giró para quedar de espaldas a él y comenzó a bajar el cierre de mi vestido. - Así que escucha mi corazón, pon tu cuerpo cerca el mío. Déjame llenarte de mis sueños y haré que te sientas bien. - El vestido cayó al suelo y me giré. - Eres hermosa.

Había estado con hombres antes de conocer a Michael, el más reciente fue Manuel, un error por estar ebria. Sin embargo, esta noche me sentía de nuevo como si fuera la primera vez, y es que nunca había estado con alguien que verdaderamente me amara como lo hacía Michael, aunque decían jurarlo, no lo hacían. Únicamente mi dulce Michael, quien no solo me recitaba unas simples palabras, me recitaba The Lady In My Life.

Con mi ayuda, fue quitándose sus prendas quedando ambos únicamente en ropa interior. Lentamente entre besos me recostó en la cama. -Hagamos esta noche inolvidable. Necesito de tus dulces caricias. - Y comenzó todo.

Entre besos bajó hacia mi cuello, explorando todo mi cuerpo, haciéndome sentir deseada pero sobre todo, amada. Los minutos avanzaban e invertimos los papeles, ahora yo besaba su cuerpo, el cual tenía marcas de vitíligo visibles. - No las veas, por favor.
-Son perfectas. - Le miré. Me regaló la sonrisa más perfecta que jamás haya visto.
-Te amo.

La sincronización de nuestros cuerpos comenzaron. La habitación desbordaba amor por todos lados, y únicamente, la luz de la luna fue testigo de que esa noche, Michael y yo, habíamos sido uno sólo. - Me encanta que me des tu amor - decía mi amado, entre jadeos. - Quédate conmigo por siempre. Te necesito a mi lado. - Habíamos llegado al éxtasis, juntos.

Lo que hacíamos no sólo era pasión, era amor. No estaba teniendo sexo, estaba haciendo el amor, con el hombre del cual estaba enamorada y de aquí en adelante, sería por el resto de mi vida. Estaba segura.

Cansados, tomamos las cobijas y nos dispusimos a dormir.

Al día siguiente, despertamos más tarde de lo normal. Eso no importaba ya que yo tenía vacaciones y Michael se quedaría conmigo unos días para descansar. Desperté primero que él por la luz del Sol y me dispuse a recoger la ropa del suelo y darme un baño.
Me había dado un baño refrescante y supuse que Michael seguiría dormido, por lo que salí únicamente con ropa interior y una toalla encima. Había supuesto mal, él ya estaba despierto. Recostado abrió sus ojos como platos al mirarme.
-¿Tan pronto quieres seguir? - reí y le lancé un cojín.
-Buenos días.
-Buenos días, hermosa. ¿Cómo dormiste?
-Plácidamente. ¿Qué hay de ti? - me senté a la orilla de la cama.
-Como hace mucho tiempo no lo hago. - sonreí.
-Me alegra escuchar eso. Espero que por estos días puedas descansar, pero necesitas crearte el hábito de dormir bien.
-Sí lo haré. - Se sentó en la cama y se acercó a mí. - He tenido la oportunidad de verte de muchas formas - dijo con una voz grave - pero verte al natural, ha sido una de mis favoritas. - Con una mano tomó mi cintura y me dió un beso apasionado. Sabía a dónde iba eso.

Lentamente me fui recostando encima de él y él quitó la toalla que enrollaba mi cuerpo.
-Oh, encaje. Me encanta.
Seguimos con el juego de besos que, por cierto, son unos besos muy adictivos; y terminamos siendo uno para el otro a la luz de la mañana.