Remember the Time - Michael Jackson Fanfic

Capítulo 2: "Prioridades"

Punto de vista de Michael

Han pasado 1 año y 2 meses desde que terminó todo con Alexa, no había tenido la oportunidad de expresar lo que, hasta el día de hoy, siento. ¿Yo fui el malo en esta parte? Realmente lo fui. Y de no ser por mis decisiones precipitadas, hoy mi vida sería diferente.

A decir verdad, me sentía tan mal por todo lo que estaba sucediendo en mi vida y también en la vida de Alexa. De alguna forma no quería que mi mala suerte la alcanzara a ella y le arruinara la vida, como me la arruinaron a mí. Por eso intenté alejarla, alejarla de mí y del daño que le estaba causando, de lo que las personas decían sobre mí, de mi depresión, del abuso del medicamento; por eso decidí hacerla a un lado, antes de que fuera demasiado tarde. Creí que ya no me amaba y que sólo estaba por compromiso y por lástima. Claramente me equivoqué.

1 año y 2 meses atrás, Mayo 1994.

Después de haber terminado con Alexa y que ella se fuera de mi lado, no tuve otra persona a mi lado más que Lisa Marie Presley. ¿Cómo llegué ante ella? Fácil, intenté marcar otro número y llegué al de ella.

-Hola Michael, soy Lisa Marie. - dijo con su voz grave.
-Hola Lisa. Disculpa, llamé por error.
-No importa, ¿Cómo estás? - sentí una punzada en el estómago.
-¿Te refieres a realmente cómo estoy? O ¿Lo dices por compromiso?
-Realmente, ¿Cómo te sientes? - suspiré.
-Mal, Lisa. Han sido días terribles.
-Lo siento mucho, Michael.
-Además, recién terminé con Alexa.
-Eso es demasiado triste. Supongo que es lo que más te duele.
-No quise lastimarla. Pero se acabó.

Lisa y yo duramos horas hablando por teléfono y acordó venir esa semana a Neverland. No tuve otra persona que me entendiera más, que ella. Tal vez fue el hecho de que estuvo cuando nadie más y eso hizo que me enamorara de ella...

Y quise llenar el vacío que únicamente ocuparía Alexa.

-Me divorciaré. - Dijo un día mientras estábamos en mi biblioteca.
-Eso es... ¿Bueno? - ella soltó una risita.
-Sí lo es. -hizo una pausa - Michael...
-¡Tú me gustas! - dijimos al mismo tiempo. No dijimos más y nos dimos un beso. No me causaba lo mismo, pero era agradable.
-Vamos a casarnos. - dije precipitadamente.
-¿Qué? - en sus ojos se veía un brillo.
-Solo somos dos personas con una vida nada ordinaria, queriendo vivir una normal. ¿Aceptas?
-¿Me estás proponiendo matrimonio?
-Sí. - me puse sobre mis rodillas. - ¿Te quieres casar conmigo? - metí mi mano al bolsillo, sentí el anillo que le iba a dar a Alexa. Y no, no se lo dí. - Sin anillo, por lo pronto. - sonreí de lado.
-¡Sí Michael! - y nos besamos.

Así era, planeaba darle el anillo a Alexa en su cumpleaños, en diciembre cuando estábamos en Suiza, pero todo se complicó e hizo que me retrasara. Cargaba el anillo conmigo todo el tiempo, esperando el momento correcto, el cual nunca llegó, quedándome el resto de mi vida sin preguntarle si quería ser mi esposa.

Lisa me comentó que había firmado los papeles del divorcio y decidimos irnos fuera del país para casarnos. A escondidas, incluso de la familia.

Julio 1994

Dos meses después, Lisa publicó en redes sociales nuestro matrimonio. Después de haber luchado en contra de mi familia sobre mi, posible, mala y precipitada decisión, lo hicimos público.

-Michael, ¿Enserio estás feliz?
-Merezco ser feliz. - le dije a Janet mientras caminábamos por el rancho.
-¡Claro que lo mereces! Es decir, ¿Así? ¿De esta forma? - le miré.
-Si así se dió, sí. - suspiró.
-Ella se fue a México. - se refería a Alexa. Mi estómago se revolvió, además que había estado comiendo muy mal.
-Bien por ella. ¿Con su familia?
-A trabajar.
-Oh. - No dije más.
-¿Debo decírtelo? - preguntó Janet. Sabía qué me diría, aún así, opté por fingir demencia.
-¿Qué cosa?
-Fuiste un gran y completo idiota. - Sí, ya sabía.
-Ajá. - Esperaba a que dijera más.
-No es porque ella es mi mejor amiga, es porque tú eres mi hermano, tremendo cabeza hueca.
-¿Seguirás con los insultos?
-No. - hizo una pausa - Espera, - miró hacia otro lado - Fuiste muy tonto. Sí, ya. - dijo rápidamente. Sonreí.
-Burrita, no sé lo que hice. Solo se, que ahora soy felizmente casado. - me interrumpió.
-Sí, con una mujer que no amas. Solo estás con ella para no estar sólo.
-Por favor, ya no hablemos de eso, ¿Sí? Sacaré un nuevo álbum. - Cambié de tema.
-¡Qué buena noticia!