Remember the Time - Michael Jackson Fanfic

Capítulo 29: "Luna de Miel"

Punto de vista de Alexa

Desperté debido a la gran luz que entraba por la ventana y me di cuenta que no estábamos en nuestra habitación de Neverland o en Hombly Hills, nos encontrábamos en una villa en Santorini, después de nuestra boda. Miraba al techo recordando ese hermoso momento y miraba al hombre que se encontraba a mi lado durmiendo plácidamente con sus rizos entre la cara, y lo único que pensaba era:

¡Tuve el mejor día de mi vida!

Me casé con el hombre de mis sueños, ¡Fnalmente era esposa de Michael Jackson! Y no el Rey del Pop, me casé con el mejor hombre que jamás haya conocido, mi mejor amigo y mi alma gemela. No dejaba de recordar la canción que cantó para mí y que define nuestro amor: será por todos los tiempos, para siempre, eternamente.

Me levanté de la cama lentamente para después dirigirme al baño y salir a explorar la hermosa villa que Michael había adquirido para nuestra luna de miel, caminaba por toda la orilla mientras tenía una hermosa vista hacia el agua.
Hace un par de semanas atrás le comentaba a Michael que Grecia y sus islas eran lugares los cuales era un sueño conocer y al terminar la boda se acercó a mi y dijo:

-Es momento de hacer nuestras maletas para nuestra luna de miel, salimos mañana a las 6 de la mañana y será un viaje largo. - Besó mi frente mientras caminábamos hacia nuestra habitación.
-¿Ya me dirás a dónde iremos? - Pregunté curiosa.
-No. Sólo te digo que mi deber es hacerte feliz haciendo tus sueños realidad.
-Eres increíble, mi amor. - Me acerqué a él dándole un hermoso beso.
-Te amo, Alexa. Tendremos un viaje de todo el día, así que en este momento tendremos nuestro equipaje listo y descansamos, ¿Sí? - Yo asentí mientras pensaba que algo muy importante se nos olvidaba y no recordaba qué.

Al día siguiente salimos por la mañana y nuestro viaje duró todo el día que llegamos a la hermosa isla de Santorini en la noche y estábamos tan cansados que nos fuimos a dormir. Diablos, ¡Recordé que era lo que habíamos olvidado hacer!

-¡Nos casamos y ni si quiera hemos consumado el matrimonio! - Dije en voz alta, indignada.
-¿Estás bien, mi amor? - Yo me espanté al ver que mis pensamientos habían sido escuchados, volteé hacia atrás y estaba mi esposo a la orilla de la puerta con ganas de explotar de risa.
-Sí, mi cielo. - Dije nerviosa. - Sólo pensaba un par de cosas.
-Sí, claro. - Dijo no muy convencido, a punto de reír. - Tenemos el desayuno preparado, ya no hay nadie más que nosotros y tenemos esta villa para disfrutar todo lo que quieras.
-Vamos a desayunar, mi amor. - Caminé hacia dentro de la villa y nos dirigíamos hacia la cocina. Michael iba tras de mí. - ¿Cómo pudimos olvidar hacer algo tan importante? Digo, ya somos marido y mujer, podemos tener el sexo que queramos. - Decía entre mí, pensando en ese detalle.
-Amm, ¿Cariño? Sigues expresando tus pensamientos en voz alta. - Sin mirar a Michael me detuve en mi caminar. Honestamente me sentía desorientada y con mucha pena, ¿Estaba nerviosa por tener intimidad con mi esposo? Solo podía escuchar la risa de Michael al fondo.

Michael se acerca a mí y me toma entre sus brazos.
-Tendremos todo el tiempo que queramos para disfrutarnos como sólo tu y yo lo sabemos hacer. - Dijo en mi oído. Yo sentí un cosquilleo por todo mi cuerpo.

Finalmente nos sentamos en una mesa repleta de comida para desayunar y Michael y yo charlabamos de cosas sin sentido.
Michael carraspeó - Alexa, ¿Qué te parece la villa?
-Es hermosa, Michael. Podría vivir aquí por siempre. - Dije maravillada. - Gracias por hacer mi sueño realidad.
-Que bueno que te gustó, mi amor. Porque esta villa es tuya.
-¿Qué? - Con dificultad tragué la fruta que estaba en mi boca. - ¿Qué es lo que dices, Michael?
-Así es, mi amor. Compré esta villa para que estemos aquí el tiempo que queramos, y vengamos cada vez que lo necesitemos. Lo más importante de esto es que está villa está a tu nombre, Alexa. - Mis ojos se abrieron de inmediato a causa del asombro.
-¿Por qué hiciste eso, Michael? - Estaba en shock.
-Porque puedo, porque quiero y porque eres mi esposa. Vivo para darte todo lo que tengo y escúchame bien, vivo para darte todo lo que te mereces. - Recalcó esa última frase. - Conmigo no te faltará nada, mi amor. Y cuando tengamos nuestra familia, tú y nuestros hijos serán mi mayor prioridad, como lo eres tú ahora.
-Michael, gracias por ese privilegio. Te amo tanto. - Nos acercamos a darnos un beso que poco a poco comenzó a tornarse apasionado.