La casa de Abu

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Nunca me había sentido tan jodida, lo que me hizo Chase me duele más de lo que me gustaría aceptar y si lo pienso creo que lo que más me duele es que Lorenzo me lo haya ocultado porque joder yo lo amaba y le valió madres pero al final creo que es lo que me merezco por ser una hija de puta.


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Ahora mismo estoy llegando a casa de mi abuela en Venecia ella me dijo cuando era niña "un día te va doler tanto el corazón que tus ojos van a parecer un mar, pero recuerda que en ese mar debes de aprender a nadar incluso si es contra corriente y jamás ahogarte en ellos y si algún día piensas que ya no puedes nadar más ven a la casa de tu abu que siempre tendrá las puertas de par en par para ti", cuando ella me dijo esa pensé que eso nunca me pasaría que tonta fui.

-Nena, que bueno que has venido a visitarme, Emilio ven a ayudarle a _____ con sus cosas- dijo justo antes de abrir sus brazos y abrasarme con delicadeza.

-No abu no pasa nada, yo puedo llevar mis cosas.

-Ni hablar, ¡Emiliooooooooo! - en cuanto terminó de gritar entro un tipo súper guapo y apuesto y juro que ni el corazón roto evitó que se me mojaran las bragas, el chico mide 1.90 fácilmente, su cabello es negro y revuelto su nariz es afilada, sus ojos mieles y joder su quijada está más marcada que otra cosa, en cuanto lo vi pensé en una estatua antigüa pero por más bueno que este no puedo pensar en él con este idiota en mi corazón.

-¿Qué necesita señora Alessia?

-Necesito que ayudes a mi nieta a instalarse- me vio directo a los ojos y sentí que vio a través de ellos luego me dedicó una sonrisa triste y siguió hablando- pasará aquí las fiestas y tal vez un poco más.

-Gracias abue.

-Nada que agradecer, Emilio acompañala a su cuarto.

-Sí, sígame señorita...

-____ mi nombre es ____

-¿Sus cosas están afuera?

-No, solo he venido yo, sin cosas fue un viaje que surgió de improviso.

-Bueno en ese caso solo sígame.

Me llevo al segundo piso y me llevo por un larga pasillo con varias puertas en ambos lados, y en la tercera puerta a la derecha estaba la habitación con la puerta más hermosa, la que desde que tengo memoria me llena de curiosidad pero sinceramente todo me recordaba a él, cuando llegamos al final del pasillo Emilio o Emiliano abrió la puerta a la izquierda y entramos a una habitación hermosa que estaba repleta de fotos mías y era bastante acogedora y la sentí mía rápidamente es curioso porque cuando venía para acá con Lorenzo y Jane al final de curso nos quedábamos en el ático por ninguna razón solamente nos gustaba, recuerdo cuando Lorenzo me dijo en este mismo pasillo que me odiaba y que le jodí la vida y jodí nuestra amistad después de todo creo que es lo único que nos hacemos mutuamente nos jodemos y solo quedamos llenos de dolor hasta que llega alguien más y hace que si cerramos los ojos por un momento podemos pensar que esto no es cierto y que nada de esto ha pasado pero sabemos que no es así y que no podemos vivir con los ojos cerrados.


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Ya ha pasado una semana hoy es 22 de diciembre hoy hace tres meses empezó la mejor historia de amor que he vivido con la que me sentí viva y con la que ahora solo me siento pérdida.

Pasar tiempo aquí con mi abuela y Emilio me ha hecho bien y él se ha vuelto algo así como mi amigo de confianza y mi abuela solo ha sido una caja llena de sorpresas. Me estaba peinando frente al espejo cuando entro Emilio.

-¿Qué haces ranita?- él me puso ranita porque estaba haciendo un ejercicio llamado "ranas" y se le ocurrió decirme así.

- Oye tú sabes que puedes confiar en mí y desde que llegaste tienes la mirada pérdida y solo dedicas sonrisas tristes que se esfuman en tres segundos, yo de verdad te quiero pero tienes que decirme qué te paso antes de llegar y por qué viniste.

-Yo tengo el corazón roto, estoy enamorada de el niño más maravilloso del mundo, es divertido siempre me hace reír y él es increíble pero él me traiciono y me duele mucho, yo solo quiero estar a su lado y ser feliz pero no sé si puedo perdonarlo y me odio tanto por no ser capaz de perdonarlo siendo que yo la cague más veces y le rompí el corazón de verdad no te imaginas cuanto me odio y yo- no pude decir más porque estallé en llanto, Emilio me abrazó y solo pude susurrarle- estoy rota.

-No digas eso ranita, todos aprendemos a perdonar y si no puedes hacerlo ahora es comprensible, no tienes que sentirte presionada a hacerlo, yo estoy para ti y desde que llegaste he estado tan jodidamente feliz y quiero que sepas que yo te quiero mucho y que me encantaría que te quedarás a vivir aquí para siempre, pero tienes que volver y arreglar las cosas para sanar y cuando lo hagas tu abuela y yo estaremos aquí esperándote- dicho eso me apretó mucho más y deposito un beso en mi frente, estuvimos así durante mucho tiempo mientras terminaba de llorar y Emilio me arrullaba.

-Bueno vamos a cenar- me separe de él y vi que lo empape al señalar su camiseta él se agacho y me dijo- no pasa nada solo que tengo que hacer algo para que estemos a mano.

-¿A si... y eso que es?- pregunte juguetona.

-Esto- dijo eso y me lanzo agua que no sé de donde coño la agarro pero me empapo toda.

-Eres un hijo de- no termine mi oración y me lancé a hacerle cosquillas.

-Para, por favor, para- dijo entre cortado por tanta risa, pero se me empezaban a cansar los dedos así que ideé mi plan de escape, dejar de hacerle cosquillas y correr a toda velocidad y lo haría en 3, 2, 1 y salí corriendo.

"Regresa aquí", escuché a lo lejos pero ya estaba terminando el pasillo para bajar a las escaleras cuando choque con él.

22 DE SEPTIEMBRE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora