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Capítulo 9: Muy cerca

Edan

Desperté abruptamente y lo primero que vi fue una brillante y fuerte luz blanca que me cegó por un momento. Pero no era el sol y no estaba en la zanja, me sentía apretado, como amarrado...

Cuando mi vista se acostumbró a la luz, pude dirigirla a mi cuerpo y en efecto; estaba amarrado con cuerdas de cuero a una camilla blanca.

Me habían atrapado.

Pero... ¿por qué no me habían asesinado?

No puedo perder el tiempo pensando estupideces, sea cual sea la razón, ahora no estaba a mi alcance, ni en mis prioridades.

Debo buscar otra oportunidad de escapar.

Debo llegar a...

Sentí esa energía otra vez, estaba cerca, muy cerca. 

Aproveché la situación.

—Escapa. —le dije mentalmente, con la esperanza de que me escuchara.

Pasaron unos segundos de silencio hasta que...

«¿Qué era esa voz?» sonreí, me había escuchado.

—Soy yo, Lena —mientras decía esto intentaba usar la fuerza de los dos, la energía que había en el aire, la conexión que teníamos... Y rápidamente sentí mi cuerpo calentarse y las cuerdas que amarraban mi cuerpo, empezaron a aflojarse—. Soy... E —Las cuerdas se rompieron y mi energía y mi voz se cortaron, otra vez no podía moverme.

Esta vez, no estaba amarrado.

Esperé unos minutos a que el frio de la habitación estabilizara mi temperatura y así lo hizo, pronto pude moverme, hice un estiramiento de brazos y piernas rápido para calentar un poco mi cuerpo, esto por si necesitaba más fuerzas, y caminé hacia la puerta esperándome lo usual:

Tenía que estar cerrada...

Y ya había agotado gran mayoría de mis fuerzas. 

Miré toda la habitación buscando herramientas o alguna otra escapatoria.

Abrí cajones y saqué uno que otro utensilio metálico filoso, para defenderme, si es que era posible.

Y cerca de uno de los estantes en los que buscaba, en la parte de arriba, vi algo muy interesante.

La ventilación. Ese sería mi escape.

Corrí rápidamente hacia la tapa que, para mi suerte, estaba algo floja y oxidada.

Esto es lo que pasa cuando no le das mantenimiento a tus cosas, que montón de inadaptados.

Aunque la tapa estaba en mal estado, estaba muy adherida a su lugar, por lo que tuve que usar un poco más de mi poderosa fuerza, para poder arrancar la tapa oxidada con mis manos.

Esconderme y descansar dentro de la ventilación, sería mejor que quedarme aquí.

Así que, haya voy.

Me metí en la ventilación y me arrastré lo más silencioso que pude, estaba algo estrecho, pero podía soportarlo con tal de encontrarla y escapar.

Solo espero, que esté bien...

. . . . .

Un capítulo corto, para saber de Edan, espero les esté gustando la historia y se esté entendiendo bien.

Gracias por leerme, tkm.

— J A N 🦄