🌰🧺🐻Quedaban al rededor de unos 15 minutos antes de que comenzaran las clases.
Cuatro chicos caminaban por el patio central, buscando un árbol que les diera sombra, para poder sentarse bajo este. Estaban felices, los hermanos y Geonu porque por fin se cumpliría el sueño de estudiar juntos, mientras que el novio del menor estaba feliz porque su pequeño lo estaba, y también porque por fin pudo conocer a los chicos de los que tanto hablaba su novio.—Sigo sin creer que olvide que vendrían a estudiar aquí. Creo que fue porque Heeseungie me distrae mucho.— dijo con una falsa mirada de molestia, haciendo reír a los demás. —¡Seungie cómo es que no me acordaste!— dijo mientras reía.
— Bebé, yo también lo olvide.— dijo obvio con una gran sonrisa en su rostro.
Mientras ellos tenían su agradable momento en el patio, el rubio de nombre Jay caminaba tranquilamente por el pasillo, en busca de chicos nuevos para darles su gran bienvenida al estilo J; quedaban 10 minutos, tiempo perfecto, ya que aún debía reunir a la mayoría de sus amigos, porque todos debían disfrutar del espectáculo. Mientras iba en su gran búsqueda, algo le llamo bastante la atención, paro en seco y ¡oh, qué sorpresa! Por segunda vez de esa mañana ve a ese adorable chico, vaya, si que le trae ganas ese pequeño, ya lo ha distraído dos veces en menos de una hora, está a punto de romper un récord ese pequeñín.
Luego de estar observándolo por un rato, llega a darse cuenta de que el chico está acompañado de dos siluetas bastante familiares.
Luego de estar analizando, se da cuenta de que eran sus dos amigos; ni siquiera se cuestionó cómo es que se conocían, no le importaba, al menos no por ahora, en su mente solo pensaba que ésta, era la oportunidad perfecta para ir y cortejar al bello chico. Mientras antes lograra llevarlo a la cama, mejor.
Caminó en dirección al grupo de chicos quienes estaban sentados bajo un gran cerezo y cuando estuvo cerca notó que todos estaban recogiendo sus cosas, seguramente se estaban yendo, ya que faltaba poco para que sonara la campana. Llegó a ellos y se paro justo al frente de aquel niño lindo, éste lo miró bastante sorprendido y confundido.
—Uhm, ¿necesitas algo?— preguntó con una expresión confundida pero bastante tierna.
—Sí. A ti, belleza.— dijo el rubio con una sonrisa coqueta, una estrategia que nunca fallaba.
Jungwon en ese momento comprendió, y su expresión cambió drásticamente, de una tierna a una fría, lo cuál sorprendió un poco al rubio.
No era la primera vez que un chico engreído
trataba de cortejarle con esos diálogos tan baratos. El era Yang Jungwon, no cualquier perra con las que seguramente se acostaba aquel chico.—Oh, no, aléjate tonto.— Dijo de manera fría, dejando a Jay bastante sorprendido. ¡Mierda, su técnica no había funcionado! Y además, ¡esa pequeño chico con cara de gatito le había "insultado"! Qué carajos, definitivamente hoy no era su día.
Se quedo inmóvil, tratando de analizar lo ocurrido. Ni siquiera notó que el chico se fue al igual que sus amigos, no después de un rato en donde escuchó las burlonas risas de sus amigos a lo lejos, Hee y Geonu, iban riendo, llamando la atención de muchos, Jongseong se giro para verlos, ambos reían exageradamente mientras se apretaban sus estómagos, el rubio solo les mostró su dedo dedo del medio, para luego retirarse de ahí, indignado, obviamente.
Jay se quedo pensando en lo que había pasado. Jamás en su vida le habían rechazado.
La campana sonó sacándolo de sus pensamientos, caminó hasta su casillero para sacar algunas cosas y así tomar rumbo a su salón, seguramente Nicho y Sunghoon ya estarían ahí, mientras caminaba al aula, pensaba en qué tendría hacer para conquistar a aquel chico...
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⋆*。 ୭̥Nasty Love ୭̥⋆*。 || Jaywon.
FanfictionYang Jungwon, un chico tierno y dulce que tiene a todo su instituto vuelto loco. Park Jay, un hijo de perra (como le describe su mejor amigo Nicholas) capitán del equipo de básquetbol. ¿Como es que el destino abrió camino a un tierno y dulce amor...