Capítulo once

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Habían más de siete millones de personas en este mundo, más de un millón de chicos de su edad en Japón seguramente, existían tantas personas que conocían sobre las señas que usaba a diario; y aún así Naegi Makoto estaba allí, enamorándose del chico más egocéntrico que pudo conocer hasta ahora.

Solo soltó un suspiro pesado mientras caminaba por los pasillos que parecían interminables ¿Enamorarse? Si bien la palabra era algo fuerte sentía que no había otra manera de describir ese montón de sentimientos en su pecho, no podía ser solo un pequeño capricho que pasaría sin pena ni gloria, no podía ser algo pasajero por más que seguramente el dolor por no decirlo sí. Al parecer sí amaba a Togami por más que no pudiera decirlo en voz alta, no podía gritarlo por más que quisiera así como de todas formas no podría escucharse.

De todos modos no pensó mucho en esto, ahora mismo tenía problemas muy serios, ya estaban cerca de los exámenes finales, había un montón de trabajos para entregar así como cosas para aprender, incluso sentía que su cuello dolía un poco gracias al peso de los libros y a la presión que empezaba a notarse entre los estudiantes. Además de esto Togami tampoco había ido a clases últimamente, al parecer también había caído enfermo y ahora Naegi se encargaba de pasarle sus notas sobre las clases, los demás estaban completamente bien así que nadie podría salvarse de la temporada de exámenes,

Claro que aún habían más cosas en las qué pensar pero ya no podía, después de todo estaba por iniciar otra clase, a este paso su cerebro explotaría gracias a tanta información.

Asahina también estaba allí pero se había estado esforzando demasiado ya que sus notas no eran las mejores, sería malo molestarla en este momento ya que seguramente la presión sobre ella era peor; incluso si pudiera la ayudaría pero su falta de sentido del oído no servía mucho para este tipo de situaciones. Solo tomó asiento mientras prestaba atención a la intérprete y anotaba todo lo que necesitaba, además de algunos detalles extra que seguramente serían de utilidad más tarde.

—También tendrán que hacer un trabajo, en parejas esta vez. —Esas palabras sorprendieron un poco a Naegi, tal vez no sería mucho problema si pudiera hacerlo con Togami, pero en este momento él no estaba y no sabía si podría hablar por él con tanta facilidad; al parecer tendría que hacerlo solo.

Al terminar la clase ya estaba preparando un pequeño esquema para el trabajo, claramente debería ser bueno si quería que el profesor no se molestara con él, pero un pequeño toque en su hombro le hizo voltear muy intrigado. Allí estaba la Estudiante Escritora Definitiva, Fukawa Touko, fue una sorpresa bastante agradable así que sonrió mientras la saludaba silenciosamente a pesar de ese lindo y caro tapabocas verde que Togami se había negado a aceptar de vuelta.

—Me preguntaba ¿Quieres hacer el trabajo conmigo? —Esa pregunta, escrita rápidamente en una hoja, le había sorprendido mucho, después de todo no conversaba con nadie que no fuera Asahina o Togami, compartiendo un par de palabras habladas con este último de vez en cuando aunque no pudiera escucharse.

Pero a pesar de la confusión momentánea la expresión casi fastidiada de la contraria le hizo asentir rápidamente, aún con esa sonrisa que solo se notaba en sus ojos entrecerrados, al parecer podría hacer otra amiga ¿Era este el primer paso para tener un segundo año con más vida social?

La escritora asintió, aún con esa expresión casi fastidiada que extrañaba a todos, antes de escribir su número de teléfono en el papel, Naegi lo guardó rápidamente antes de tomarlo un momento para escribir.

—Si quieres podemos ir directo a mi casa, no está demasiado lejos y así podemos asignar mejor las tareas.

Fukawa pareció sorprenderse un poco por esto, pero pareció resoplar mientras murmuraba algo que Naegi no podía descifrar con sus habilidades para leer labios, tal vez por el tartamudeo que hasta él llegaba a notar. Finalmente asintió por lo que Naegi volvió a sonreír, después de todo si bien Fukawa era algo extraña no le parecía muy fuera del molde, después de todo, ¿quién podría ser normal en esta academia llena de prodigios? Bueno, allí estaba él como Estudiante Suertudo Definitivo ¿No?

Señas (Naegami)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora