Señas (Naegami)

Introducción

Las cosas nunca fueron muy fáciles para Naegi Makoto, principalmente por un defecto de nacimiento, su familia siempre fue considerada con él al igual que unos pocos amigos de la infancia pero por más que le ayudaran siempre se sintió pequeño cuando veía los labios de las personas moverse día tras día, intimidado cuando querían hablar con él e incluso solo al ver cómo las conversaciones fluían dejándolo en la incertidumbre total, incluso si sabía leer labios, hasta en su propia casa se veía con esos problemas.

Pero entre su día a día hubo algo que cambió todo, cuando fue escogido para ir a Kibougamine la emoción llenó su pecho, era la academia más prestigiosa de todo Japón, el simple hecho de ir allí aun siendo por pura suerte era una oportunidad de oro, sin embargo la realidad lo golpeó tal y como la pubertad a una chica ¿Qué pasaría con su sordera? ¿Acaso sus padres o el mismo comité de admisión le prohibirían estudiar allí? Grande fue su sorpresa al ver que la única condición de que asistiera allí era que un intérprete lo asistiera durante las clases o que utilizara un aparato auditivo.

Y allí estaba ahora, frente al imponente edificio dejando que la ansiedad invadiera su cuerpo al igual que la emoción. Debía admitir que estaba algo nervioso pero ya con su implante coclear en camino sería tal vez un mes en el que deba acudir al intérprete. Respiró hondo antes de pasar el portón, como si eso fuera a deshacerse de la intranquilidad que sentía, aunque había llegado un poco temprano de ese modo podría recorrer la academia para evitar tener que pedir indicaciones luego.

Cuando entró se sintió mucho más intimidado ¿Por qué había tanta gente antes de entrar al edificio? Entonces notó las cámaras, periodistas, intentó pasar desapercibido con su capucha puesta pero fue en vano. Una mujer corrió hacia él hablando a través de un micrófono, sus labios se movían mientras miraba la cámara que sostenía el sujeto a su lado hasta que finalmente paró y lo miró expectante ¿Qué se suponía que debía hacer? Sin más empezó a correr como si su vida dependiera de ello dejando a la reportera con la palabra en la boca.

Al llegar adentro se recostó en la pared y puso sus manos en sus rodillas intentando calmar su errática respiración y el acelerado ritmo de su corazón, aunque pudo escapar esta vez de esa incómoda situación tal vez no correría con la misma suerte dos veces.

Durante al menos una hora estuvo recorriendo lentamente la gran academia dejándose impresionar por todo, incluso tenía una "pequeña" granja en el exterior, las instalaciones, la energía que expresaba cada rincón e incluso la simple emoción de estar allí, todo era tan inefable; pero por más que le gustara recorrer todo la hora de reunirse en el gimnasio llegó. Era como si la cantidad de personas en la entrada, la cual no era muy impresionante por ser tan temprano, fuera mucho comparada con el escaso gentío que veía, claro que de todos modos no se esperaba mucho al ser la academia más prestigiosa de Japón.

En la tarima logró divisar al director además de lo que suponía eran varios profesores.

—Por favor acérquense los estudiantes de nuevo ingreso. —Expresó en señas una mujer de cabello negro algo largo al mismo tiempo que el director hablaba a través del micrófono, claramente era la intérprete.

Le siguió un discurso algo largo sobre cómo ellos eran la esperanza y el futuro del mundo, ciertamente no tenía el nombre por simples rumores.

—Los estudiantes de nuevo ingreso, es decir la clase 78, por favor acompañen a la señorita Yukizome, ella los guiará en este primer día. Tengan un buen año escolar.

La nombrada bajó de la tarima junto a la intérprete y las indicaciones fueron acatadas de inmediato, un montón de jóvenes de extravagantes apariencias empezaron a seguirla pero de algún modo se sentía más pequeño de lo usual, desencajaba en ese grupo por lo que le hacía encajar afuera de la academia. Todos esos pensamientos provocaron que se alejara un poco del peculiar grupo junto a la azabache de la cual prácticamente dependía y quien parecía no prestarle tanta atención al igual que sus nuevos compañeros de clase.

—Este será su salón de clases. —La mujer de rojizo cabello habló antes de que la azabache moviera sus manos con precisión y rapidez dirigiéndose al suertudo.

Todos tomaron asiento mientras la señorita Yukizome escribía los kanjis correspondientes de su nombre, Naegi solo pudo ver de reojo a todos aquellos impresionantes y talentosos estudiantes ¿Qué hacía él allí siquiera? La ansiedad seguía retorciendo su estómago sin cesar a pesar de la ayuda que recibía ¿Qué pasaría si su aparato auditivo se retrasaba? ¿Tendría que soportar éste desasosiego cada día? Ese simple pensamiento lo ponía a sudar un poco ¿Qué pasaría si sus padres se retractaban de su decisión?

—Como es el primer día tendremos una breve presentación para conocernos. —Se removió incómodo ante la animada expresión de la docente y aquella pequeña sonrisa de la intérprete, éste sería un primer día algo largo.

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Editado: 06/09/2021.

Hola, este es mi primer fanfic en esta cuenta, en este momento está en proceso de edición. También tengo una nueva historia BL en proceso si les interesa, muchísimas gracias por leer <3