---- DIGAN LA VERDAD ----
Claudia Weber
— ¿Qué son ustedes? -Lloro ante la presencia de ellos dos.
Esos días que estuve pasando ahí en esa cueva me tenían con frio, golpes, calambres y difícilmente me permitían comer por las otras chicas que en realidad me alegro de que estén ahí.
—Les juro que no era mi culpa-es lo más lógico que tengo en la cabeza.
Ellos se miran mientras me ayudan a caminar, el talón, los pies y las rodillas me duelen por lo que con trabajo logro poner pie en el piso e impulsarme a caminar, se me complica hasta hablar pero no obtengo respuestas de ellos.
<< ¿Qué hice para que me hagan esto? << yo solo los ayude << Nos le gusto que me acostara con su hijo << << O tal vez descubrieron que soy bailarina en un bar << grita mi conciencia. Pero yo los ayude cuando Mila se accidento y cuando Clarence se despertó del desmayo.
<< Aitana te necesito ahora <<
Necesito tus ojos sobre los míos, tus manos envolviendo las mías, tus lagrimas que salen cuando estás conmigo.
¿Qué son ellos? ¿Por que tienen trajes elegantes y le dicen jefe? << ¿Acaso no es el padre de Luke?<< Mi cabeza formula miles de preguntas mientras subimos por un ascensor que me lleva hasta un gran bosque donde unos escoltas vestidos de azul nos dirigen a un auto gris donde subimos.
Clarence no deja de abrazarme y mis lágrimas siguen cayendo por toda mi cara tanto que cubren mis mejillas con mis lágrimas que aun me quedan y ahí es cuando me doy cuenta que ya no puedo parar de llorar, constantemente siento que los torturadores me están pegando y reacciono en defensa . Clarence solo me sostiene mi cara y agarra con más fuerzas mis manos.
— ¿Ustedes son los lideres? -Balbuceo. Mis palabras hacen que Clarence suelte unas lágrimas.
—Lo explicaremos cuando lleguemos a la mansión ¿sí? -Dice Aran serio.
—Me dejaron ahí para que me torturen por bailar ¿verdad? -Los miro con los ojos rojos e hinchados de tanto llorar.
—No es eso niña-Clarence me abraza tan fuerte que por un momento quiero ver a mi madre.
— ¿Puedo ver a mis padres? Están en Turingia-agarro sus manos de Aran.
— Estas bajo nuestro cuidado y no puedes salir por ahora. Tienes que recuperarte-Aran mira a la ventana del auto que nos lleva.
— ¿Dónde vamos? -Pregunto.
Clarence me mira confundida entonces ella suelta mi mano y voltea a la ventana.
— ¿Dije algo malo? -Me expreso como una chica porque mi cerebro me dice que hable así, mi cerebro me lidera emocionalmente.
Los recuerdos se van de mi cabeza y siento que solo quiero estar con mi papá es su cuarto acostados y el contándome como paso los mejores de sus años siendo un duque de Alemania y es que me encanta porque era tan guapo, reconocido y ayudaba a todo aquel que necesitara una moneda.
Mi padre siempre fue bueno con cualquier persona sin pensar que esa persona le regresaría millones por ayudarlo y ese era el don de mi padre. <<Resistir y ayudar<<
— ¿Me compras un helado? -Siento que un escalofrió recorre mi cuerpo cuando el copiloto voltea verme y tiene la cara del torturador.
Grito descontrolada acorralándome junto a Clarence que me pregunta que pasa pero no doy respuesta, algo me está pasando y ahora quiero llorar cuando hace rato estaba riendo. Regreso a mi realidad donde me doy cuenta que estoy en las piernas de Clarence.
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-GÉMINIS-
RomanceAitana Jones una chica con una exitosa familia y una famosa vida con su mejor amiga Claudia Weber, ambas son bailarinas de pole dance en Los Ángeles, California, es su pasión, sin embargo, tiene varios obstáculos; La Ministra Jones. Adán es el primo...