CAPÍTULO 21

146 11 14
                                    

--- MÁS TIEMPO DE TORTURA ---

ARABIA SAUDITA, MEDINA

9 Días fuera de casa, 3 horas con la droga en el cuerpo, 216 horas sin vista al exterior y poca comida

Aitana Jones 

—Mátame perra.-grita y se revuelca —No deseo esto.

<< Querido reo créeme que nadie desea esto <<

—Yo te dije que seria tu pesadilla amochi- limpio mi navaja.

—Amada mía como va el reo ¿Se porta bien? -me planta un beso en mis labios.

—Vete de aquí idiota-grita el reo.

—No me iré hasta que no veas como me la follo en esta mesa-Adán siempre torturando con su arma de seducción.

—A mi no me importa esa perra- dice el reo.

—Eso crees pero te mueres por ella desde ese día en el bar- me hace la seña para que me acerque.

—Te mueres por mi desde que te baile en ese lugar VIP-repito.

—Aléjate de este tipo.-gruñe —Eres solo mía y tu cuerpo me pertenece-musita.

Mi amado lo patea mientras el reo esta en una silla atado. Le da en las costillas y lo toma del pelo. Esa es mi señal, me levanto de la mano que me ofrece mi amado, dejo el arma de un lado y mientras camino me voy quitando la ropa.

<< Como al reo le hubiera gustado verme en el privado >>

camino desabrochando la blusa de botones uno por uno, me toco y subo mis manos al pelo soltando las trenzas que lo sostenía dejando caer mi largo pelo negro, sigo caminando y me bajo la falda dejando que el sujeto atado admire mi cuerpo, mi amado toma mi cintura y me pega a su cuerpo, el reo solo mira con cara de decepción.

<< Mi amado, en mi boca con el acento alemán queda sexy <<

Las bragas de encaje negro transparente dejan que se aprecie la marca de mi vagina, mi sostén detalla mis pezones por la tela transparente y delgada. Adán toma al sujeto en la silla y lo para aún atado para que vea a detalle lo que pasa.

<< No entiendo su pleito <<

—Estas listo para ver como la hago mía con tus propios ojos, como la beso y la follo- dice él plantando un beso rudo en mis labios.

—Estoy lista amado mío-menciono sensual dándole la espalda al tipo y besando de nuevo al hombre que me mantiene abrazada y mojada de la parte de abajo.

El empieza a besar mi cuello, sus manos tocan mis glúteos tanto que los aprieta y me restriega en su miembro erecto haciendo presente más fluidos de mi sexo, sus besos se tornan mas bruscos y deja marcas por todo mi cuello, baja a mis pechos los mira y examina como si tuvieran algo extraño.

— ¿Pasa algo? -Pregunto.

—Es solo que los noto diferentes mas negros podría ser-explica.

—No es nada. Mírame a los ojos, -pido —puede ser el bronceado de la playa-detallo sus ojos café.

—No caeré en ese juego, -dice él —eres muy seductora que si te miro tanto a esos ojos miel me hincaría ante tus pies.

—Mírame-exijo sin perder de vista su rostro.

Le alzo el mentón dirigiendo sus ojos a los míos para que me mire y es el mismo cuerpo que me provoca lujuria llamando a tocar los pectorales marcados. Un dios ahora rendido a mis pies. El deja un beso en mi boca y se separa en busca de que le responda algo.

-GÉMINIS-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora