La mente de un vulcano siempre debe permanecer sin perturbaciones de cualquier tipo, sin embargo en ese momento la mente de Am'mia estaba completamente hecha un caos, un gran caos del cual ella era incapaz de salir.
Se sentía raro y extraño, era la primera vez que experimentaba esa clase de sensación, por algún motivo que aún no podía comprender, parecía estar en una especie de laberinto de piedra, esas estructuras las conocía ya que una vez pudo entrar al lugar que los ancianos consideraba sagrado.
Leonard: Am'mia -- habló mientras miraba el lugar, las paredes parecían de roca sólida, sin embargo tenía la sensación de frío --
Siguió caminando sin un rumbo a donde ir exactamente, parecieron horas, eso era lo que calculaba, no podía encontrar una salida o el comienzo, no avia nada.
Frente a la barrera se mantuvo con los ojos cerrados, Spock lo miraba de forma atenta, intento acercarse a el pero al verlo de esa forma retrocedió de inmediato, tenía sus manos hechas puños y no sólo eso su expresión avia cambiado por una que jamás vio en el, el odio se podía ver.
Spock: Jim -- lo llamo sin resultado aparente -- Jim -- camino hacia el intento tocar su mano pero de inmediato el rubio tono su muñeca deteniendolo.
Ambos se miraron por varios segundos donde el rubio se tranquilizó al ver al vulcano quien no decía absolutamente nada, aún mantenían la apariencia de unos niños, Jim miro detenidamente al vulcano, tenía la apariencia exacta cuando lo conoció, aunque para los vulcanos Spock era mayor dado que su tiempo era más largo que el terrestre.
Jim: no debes tocarme -- advirtió -- Sólo mi pareja puede hacerlo -- soltó su muñeca y le dio la espalda de nuevo.
Ante eso el vulcano miro al suelo, el era la pareja del rubio pero no era capaz de decirlo, avia algo que se lo impedía además de la negativa del humano por ser tocado.
Leonard: ¿DONDE ESTA? -- gritaba mientras corría por el laberinto -- ¡SOLO DIGA MI NOMBRE E IRÉ POR USTED! -- miro a todos lado hasta que escucho un llanto -- ¡AM'MIA! -- grito.
El laberinto comenzó a moverse, los túneles empezaron a brillar hasta que dejó un camino largo, el siguió hasta llegar a un patio donde avia una gran estatua de un sacerdote vulcano, el cuelo era venerado en su planeta, frente a sus pues Am'mia estaba en el suelo mientras lloraba de forma desesperada.
Camino de forma lenta hasta ella, se inclinó y la levanto con delicadeza, ambos sentados en el suelo mientras ella cubre sus oído con ambas manos.
Am'mia: les e fallado -- habló con dolor -- no e podido ser capaz de controlarme a mi misma -- el tono ambas manos para lograr que ella lo viera.
Leonard: no le a fallado a nadie -- habló de manera sincera -- a sido culpa mía por no cuidarla -- ella no entendía por qué asumía la culpa de algo que era inevitable según ella -- también lamento el que tuviera que unir su mente a la mía, se que esto es algo sagrado para ustedes --
Am'mia: el no me aceptará y mi pueblo...le falle a mi pueblo -- el cerro los ojos un segundo antes de hablar.
Leonard: no le a fallado a nadie, Jim la aceptara, no hay nada que perdonar y nada que juzgar, pero debe tratar de mantener el control -- miro a la vulcana frente a el quien no dejaba de llorar ese a que no salia una sola lágrima de sus ojos -- escuche se que esto es difícil pero la única forma de detenerlo es si siente odio -- ella alzó la vista para verlo -- los vulcanos no sienten, ya los se -- sonrío de lado -- pero los humanos si y yo soy humano -- el tomo sus manos con fuerza -- tome mis emociones y hagas suyas -- ella negó mientras trataba de retroceder, el de inmediato soltó sus manos y la tomó por los hombros -- ¡debe hacerlo! --
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Imperium
Science FictionLa vida no siempre es justa, el ser libre es casi imposible Dos mundos diferentes pero el mismo resultado