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Tenía que presentarse debido a su falta de dos días, debía regresar a sus labores y areflar ciertos asuntos relacionados con la nueva tripulación que iriá a esplorar el universo. Nunca conto con que su asistente intentaría llamar su atención como de costumbre, pero esta vez fue demasiado lejos, al llegar al pasillo ella chocó  intencionalmente con él, Jim reaccionó tarde y la sostuvo en brazos, esta lo abrazó del cuello dejando frente a él sus pechos descubiertos, había abrierto un poco el cierre dejando a la vista sus atributos, esto con el fin de seducirlo, pues la noticia de que tenía una prometida y que él había ido personalmente para traerla hizo que tomara una decisión.

Ella siempre quizo llamar su atención, se enemoró de Jim desde el primer momento en que lo vio, pero por más que se esforzaba no lograba nada, él siempre la ignoraba. Con lo que no contaba era que un vulcano llegaría y la regañaría, le recitó las reglas de la flota además de los límites que tenía con respecto a Jim, pues él era una persona importante para dos planetas, no era un tema con el que se pudiera jugar, después de decirle que su físico era el de una humana promedio sujetó la mano del rubio y lo llevó dejandola con el orgullo roto y sin esperanzas.

Quién hubiera imaginado que podría sentir celos ppr algo así, Jim no pudo reaccionar pues tenía asuntos en la mente, como el hecho de que debía presentar a Spock como pareja y destinado además si le sumamos el hecho de que debía hablar con Am'mia y explicarle todo, era complicado, pero para ese momento eso no importaba pues se encontraba sobre el escritorio de Spock mientras el empujaba con fuerza. Después del incidente con la joven, Spock lo arrastró hasta su oficina sin preguntar, al cerrar la puerta se abalanzó contra él solo para besarlo de forma desesperada.

En el momento en que el vulcano lo estampó contra la pared para besarlo de manera hambrienta este supo que no había manera de detener lo que pasaría. 

Sin poder contenerse rompió su uniforme para dejar su piel expuesta, su piel estaba curada, eso no duraria mucho y el rubio lo sabía, después de unos minutos sintió la primera mordida en su hombro, Spock lo jaló hacia el para que ambos cuerpos se frotaran, pero esto no era suficiente para él. La forma en como aquella humana miraba a su pareja lo hacía efurecer, siempre era así, cada vez que tenía que entregar algo o darle un recado, siempre se vestía y actuaba de manera coqueta, no podía dejar de miralarlo con deseo como si ella tuviera derecho sobre él, ella no merecía ni siquiera mirarlo. Queria tenerlo, Jim era suyo, y nadie en todo el universo podría decir lo contrario.

Se alejó de este para jalarlo, tiró lo que estuviera sobre el escritorio, Jim quien estaba un poco más consciente uso su poder para evitar que las cosas se rompieran, estas cayeron de forma suave sobre el piso. Spock lo giró mientras acariciba el pecho del rubio, este no podia decir algo pues el vulcano moria y dejaba marcas en su cuello, practicamente lo estaba marcando para que los demás supieran que le pertenecía. No era estúpido, estaba en la mente de Spock y sabía lo que pensaba y lo que quería, decirle no era como una puñalada directo a su corazón, ya había lastimado al vulcano, en el momento en que intentó morir, cuando quizo romper el lazo, cuando bloqueó toda capacidad para que otros pudieran entrar a su mente, esto ocacionó que Spock no pudiera confirmar que él era su destinado, el vulcano solo tuvo dudas durante años.

En la mente de Spock pasaban esos momentos, los recuerdos de cuando tocó al rubio por primera vez y sintió la conexión que ambos tenían pero apenas fue un segundo porque Jim siempre lo bloqueaba, las ocaciones en las que lo obserbaba desde lejos mientras este tenía alguna reunión con el consejo, siempre lo miraba en silencio, lo que ninguno supo es que ambos compartian eso, ambos se miraban cuando el otro no se daba cuenta, ambos habían estado amandose sin saberlo. Los vulcanos a pesar de no querer sentir ellos respetaban los vínculos, el encontrar tu destinado, tu alma gemela era sumame te raro, y si uno lo hacía entonces estos lo celebran y no ponen ninguna objeción pues es algo que ellos consideran único y valioso.

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