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La cena fue muy tranquila además Amanda se esforzó por mantener una platica con el doctor quien evitaba a toda costa mirar a su esposa, al terminar la velada debía volver a casa sin embargo no solo era él.

Ambos estaban listos, Am'mia se colocó su capa después de tan agradable cena era hora de volver a casa.

-- Gracias -- Se dirigió a ella.

-- No debes agradecer querida -- Sonrió felíz.

-- Es hora de irnos -- Dijo el doctor -- Gracias --

-- Yo soy quien debe agradecerle -- Sostuvo sus manos -- A cuidado de mi hijo durante todos estos años, estoy en deuda con usted --

-- No es nesesario, es mi trabajo --

-- No solo como médico -- Él se quedo en silencio -- También como amigo --

Ella sonrió con cariño, él solo asintió y así se despidieron, cuando salieron ambos se quedaron en silencio, por su cultura y naturaleza humana, como hombre debía acompañar a una mujer a su casa para que no corriera peligro pues no er acorrecto dejar a una mujer sola y más aún a altas horas de la noche.

-- La llebaré a su casa -- Ambos se miraron.

-- Si lo desea así --

Él hizo un gesto con la mano, ambos caminaron sin decir una palabra, estuvoeron así hasta la mitad del camino, él se limitaba a mirar el camino y a cuidar de ella.

Una rafaga de viento los sorprendió, la capucha de ella cayó y su cabello se desordeno, de inmediato él se colocó frente a ella para ayudarla, acomodó su cabello y colocó la capucha nuevamente.

Estaba tan sumido en su trabajo que no se percató de la atenta mirada de ella, cuando se percató de ello su primera idéa fue alejarse pero se detuvo para mirala, durante los años que la conocía jamás se dió el tiempo de mirarla detalladamente.

Sus rasgos eran muy distintos a los de las mujeres humanas, sobre todo sus orejas las cuales asociaba con los duendes, sin embargo  no dejaba de ser atractiva, ella era distinta a todas la vulcanas.

Disfruta el burlarse de Spock con el fin de provocar que este mostrara alguna emoción como lo lograba con Jim pero núnca lograba algo,  se burlaba de cualquiera incluso los ansianos pero no podía hacer lo mismo con ella, no entendía el por qué y menos el no poder mirarlar mucho tiempo.

Había algo raro en todo eso y él era consiente de ello pero jamás le tomó importancia, ella era la prometida de su único amigo, al darse cuenta de lo que estaba haciendo volvió en si e intentó alejarse de ella pero no pudo debido a que Am'mia sostuvo su mano impidiendo que se alejara de ella.

En ese instante pudo sentirlo, un sensación extraña recorrió su cuerpo, no supo que era y lo único que supo es que de la nada nació deseo de besarla, todo auto control se fue al diablo y la tomó por la nuca y cintura para sellar sus labios con los de ella.

No sabía que hacer, jamás en su vida experimentó aquella demostración de afecto, por la investigación que realizó debido a su compromiso con Jim, supo que aquello era un acto humano que demostraba el cariño y deseo entre parejas, los besos vulcanos eran distintos por lo que con duda abrió lentamente sus labios.

Al princió no sabia que hacer pero él se encargó de guiarla, no fue nada brusco, el beso fue lento pero ella podía sentir el gran deseo que este sentía por ella, con el paso de los segundos se acostumbró al ritmo y correspondió al doctor.

Y así como la tomó por sorpresa se alejó de ella, su respiración era agitada, el miedo estaba reflejado en su rostro, ¿Qué demonios había hecho? Se maldecía a si mismo una y otra vez ¿Qué escusa podría darle a la vulcana? ¿Qué escusa le daría a Jim?.

La mirana mientras él tenía una lucha interna, no sabía por que lo había hecho, debía disculparse, apunto de hablar ella sujetó su mano y como antes sintió aquella sensación.

-- Leonar -- Escuchó su voz.

Eso fue suficiente para que este reaccionara y se alejara inmediatamente de ella, cometió un grave error y no tenía escusa alguna.

La dejó sola en aquel lugar, se marcho sin saber nada y  no quería saberlo, por su lado Am'mia sabía que él estaba confundido además por lo que pudo ver en él no fue de su agrado.




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Al llegar a la habitación la cama estaba vacía, salió y miró hacía ambos lados en el pasillo pero no abía ratro de Jim por ningún lado.

Lo primero que se le vino a la mente era aquel cañón al cual él rubio siempre iba cada vez que está asustado o trizte, se dirigió al lugar sin decirle nada a nadie y tal como esperaba él estaba ahí.

Aún se mantenía de espaldas mirando la oscuradad del abismo frente a él, la pregunta que el vulcano se hacia era si Jim recordaba todo lo sucedido y si sabía sobre su  unión, intentó usar su conexió y entrar en su mente pero no funcionó en cambió fue elevado en el aire y Jim giró para verlo.

Su actitud era la misma al igual que su expreción, pero su mirada era distinta.

-- ¿Por qué? -- Soltó derrepente.

El vulcano no logró comprenderlo, al ver la confucion el el rostro de este Jim se enfureció dejando ver el odio que sentía, era la primera vez que Spock lo veia de esa forma

-- Se suponía que debía morir pero me doy con la sorpresa de que aún estoy con vida -- El vulcano aún no decía nada -- Y peor aún... -- lo atrajó hasta que eate quedara cerca de él -- ¿Por qué estoy vinculado a ti? --

Lo sabía era muy evidenete pero no se veia felíz o conforme por eso, pero al no rescibir respuesta por parte del otro cerró los ojos con molestia y decidió usar el vínculo para averiguar del por qué estaba unido a su hermano.

Sin previo avizo llevó su mano hasta el rostro del vulano quien no se resistió en lo absoluto.

-- Tu mente a mi mente, la mia a la tuya --

Ninguno despegó la mirada del otro, Jim buscó en sus recuerdos viendo todo lo que seucedió en aquel planeta y lo sucedido en todo el tiempo que permaneció dormido mientras curaba su mente y cuerpo.

Hasta que encontró tres recuedos que le dieron la respuesta a sus preguntas, alejó su mano del rotro de Spock y restrocedió unos pasos sin dejar de verlo.

-- Es imposible... -- Logró decir mientras asimilaba toda la información.

Al salir de su asombro decidió desaparecer todas las barreras que él mismo hizo para no sentie nada al tocar a alguien más y tomó la mano del vulcano sintiendo aquella sensación, recorrió todo su cuerpo confrmando lo que no quería aceptar.

Al instante soltó a su hermano y miró su propia mano, por años solo deceo la muete y ahora cuando tuvo la ortunidad de terminar con todo y dejar libre a los seres que estaban unidos a él, sucedía eso.

-- Jim -- Lo llamó el vulcano.

-- ¡No lo digas! -- Dijo mientras temblaba por la ira y el miedo -- ¡No te atrevas a decirlo! --

Ambos se quedaron de pie frente a frente sin decir más, todo lo que esperó cuando el rubio deapertara era que al menos lo tomara de una manera tranquila, no esperaba que el sentimiento fuera mutuo pero ahora podía darse cuenta de que ese no sería el caso.







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