-CHAPTER 7-

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No paso ni una semana luego de que Oyuki lograra recuperarse y que Kaito y Yagari se retirase de la casa, para que Kaien decidiera que era el momento perfecto para castigar a su preciada hija por provocar tantos problemas, involucrando a tantas personas.

El castigo se volvió tortura y en lugar de durar horas como eran antes, esta vez, duraron días enteros. La niña estaba agotada, su padre la había encerrado en el sótano, atando sus extremidades y cuello con cadenas de metal madre unidas al muro.

Oyuki suplicó el perdón de su padre tantas veces como le fueron posibles, pero de ninguna manera recibió lo que tanto le suplicaba.

Kaien llegó al punto de que no le bastaban las quemaduras que recibía la niña de las ataduras de metal madre. Al no estar satisfecho con eso comenzó  utilizar dagas, creando cortes de diferentes profundidades en el cuerpo de la niña. 

Oyuki se resignó al octavo día, sabía que nadie iría a rescatarla. Ahora estaba sola y el padre que tanto amó se había convertido en su peor verdugo. Las heridas que tenia en su iluso e inocente corazón eran tan profundas que jamás podría recuperarse totalmente

Kaien luego de dos semanas de torturas, finalmente permitió que Oyuki volviera a su vida de niñita perfecta. Solo había un "pequeño detalle", todo el brillo que había en los ojos de la pequeña vampiro se había desvanecido, su mirada se había apagado completamente.

Nadie sabía absolutamente nada de todo lo que ocurría entre Oyuki y Kaien cuando quedaban solos. Nadie vio lo que padecía la niña, nadie la vería llorar y a nadie le importaria. Estaba sola, marchitandose como una flor cortada y sin agua.

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Un año después de su recuperación, hubo un pequeño problema con ella. Sin que los cazadores supieran, varias de aquellas bolsas de sangre, provenían de vampiros de diferentes clases, mayormente nobles. Oyuki absorbió los poderes de todos ellos, por lo que comenzó a perder el control. Nadie entendía como es que algo así había podido suceder bajo sus propias narices.

Podían oírse los gritos y el llanto aterrorizado de la niña. Al no poder controlarse estaba realmente asustada. De todas formas no se salvaría de su castigo, simplemente lo estaba agravando sin saberlo.

-¡Papi! ¡Papá! ¡Ayuda!- gritaba la niña sin poder detener el avance de sus poderes, creciendo sin medida a cada segundo que pasaba -¡Papá!-

Aquel cuarto se había dividido en 6 partes: una envuelta en llamas, otra congelandose, una desintegrandose, otra donde estaba creciendo todo tipo de vegetación, una repleta de rayos y choques eléctricos, y por último, una parte repleta de agua.

Ante este inconveniente, Yagari y Kaito volvieron a llevarse a la niña de aquella casa, no podía quedarse allí o terminaría haciéndole daño a alguien. Aunque muy probablemente Cross la mataría antes.

Esta vez, Zero se fue con ellos. Estaba tan furioso con Oyuki por ocultarle algo tan importante, pero para su disgusto, no podía hacerle nada o su maestro se enojaria. Kaito estaba a su lado todo el tiempo y la alejaba del chico todo el tiempo que podía. Incluso durante los entrenamientos estaban separados.

Aún cuando pasaron tanto tiempo juntos, nadie pudo notar como la condición de niña había decaído enormemente desde la última visita. Su estado iba decayendo rápidamente, pero nadie parecía notarlo. Ni siquiera notaban como se iban borrando sus sonrisas, cada vez eran menos y más cortos los periodos de tiempo en los que aparecía una en su rostro.

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Un año más pasó, y ambos jóvenes de cabello blanco volverían al colegio, solo por un último año. Yagari había enviado a Kaito a inscribir a sus compañeros en el colegio en el que estuvo Oyuki años atrás. Ya que la chica podía mantener sus poderes bajo control, accedieron a que ambos volvieran a estudiar. 

🌧️Vampire Knight: La niña en el olvido🌧️ (EN CORRECCION)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora