Capitulo 17

1.4K 84 7
                                    


No se que decirle, tampoco se que hacer, lleva cinco horas durmiendo y yo esas cinco horas me las he pasado dándole vueltas al asunto, buscando formas de solucionar esto sin discutir pero se me hace imposible cuando ni siquiera siento rabia, bueno tal vez un poco pero no es el sentimiento que se apodera de mi, el que se apodera de mi en este momento no lo descifro, se me hace conocido pero no creo haberme sentido así jamás por Thomas

También me han llegado un millón de mensajes de Martín, le he dicho que no se preocupe por que probablemente si el no hubiera estado acompañándolo en ese momento estaríamos en una situación aún más complicada

—Hola—me sobresalta la voz somnolienta de Thomas

Viene bajando las escaleras vestido con una camisa negra y unos jeans de ese mismo color, su ojo sigue morado pero mejor que hace un rato, su nariz está hinchada y tiene sangre seca al rededor de ella, inmediatamente me siento mal por su estado físico pero me esfuerzo en disimularlo

—¿Descánsate bien?—pregunto mientras me preparo un té

—Aparte de las pesadillas supongo que si—se encoge de hombros y toma asiento en el taburete frente a la barra de la cocina

Quiero preguntarle acerca de sus pesadillas pero me resisto

—¿Quieres un té?

—Quiero hablar

—No se que quieres que te diga—tomo asiento frente a él afirmando mi té entre mis manos, hace un frío de mil demonios.—Y tampoco se que decirte que ya no sepas

El parece concordar conmigo por que solo me mira con tristeza, se que se siente mal al respecto pero también se que no se arrepiente y lo haría de nuevo

—¿Sabes que te amo cierto?—Pregunta tratando de tomar mi mano pero no le dejo, su tacto me vuelve vulnerable y en este momento no puedo permitir eso

—Esto no se trata de que me amas o no, se que me amas y tú también sabes que yo te amo, ese no el problema aquí

—¿Entonces cual es el problema?

—Si tienes que preguntarlo entonces estamos peor de lo que pensé

Por lo menos hasta ahora ninguno a gritado, tirado o golpeado cosas y hemos mantenido un tono de voz monótono

—¿Estas terminando conmigo?—la pregunta me llega como una brisa aún más gélida que la temperatura afuera

—Thomas...—comienzo a decir pero el no me deja terminar, me interrumpe con una mirada de pánico que me rompe el corazón

—No puedes terminar conmigo, no puedes dejarme, no de nuevo—ruega levantándose del taburete para acercarse a mi

—Necesito que me escuches—le pido con cariño

El se niega, me interrumpe de nuevo

—¡No quiero! Yo te necesito, eres mi todo

—¡No estoy terminando contigo!—grito antes de que me interrumpa de nuevo y el comienza a tranquilizarse.—Amor tienes que dejarme hablar si quieres que lleguemos a alguna parte

Pareciera que vuelve a la vida cuando le llamo amor, por eso le llame así, se que así entenderá que no estoy pidiéndole que desaparezca ni nada por el estilo, estoy tratando de ser más razonable

—Hermosa se que me equivoque—vuelve a calmarse.—No me arrepiento de haberlo golpeado pero te juro que si me arrepiento de haberte dejado a las cinco de la mañana después de la conversación que tuvimos horas antes

El nerdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora