Capitulo 2

1.1K 72 9
                                    

Se que Alexa me dijo que botara lo que se le había quedado en mi casa pero no fui capaz, así que lo traje conmigo a Londres, así poder devolvérselas cuando me de otra oportunidad, por ahora solo las huelo como un idiota para sentir que esta conmigo, me siento un verdadero psicopata

Ordeno las cosas en mi apartamento, desganado, me gustaría estar haciendo esto con Alexa, ella llevando mi hoodie negro, sus bragas de encage, a pies descalzos bailando mientras ordenamos las cosas

Yo susurrándole que es hermosa para que se sonroje, ella hablándome de alguna película que vio, de alguna estupidez que hizo Martín, o de cualquier cosa

Estrelló un vaso contra la muralla al pensar en todo lo que perdí

—¡Hijo de puta!—grito estrellando otro más

Terminaré quedándome sin vasos, golpeó la muralla con tanta fuerza que dejó una abolladura en el yeso de esta, puedo jurar haber escuchado algunos de mis huesos quebrarse, suelto una queja de dolor

No quiero ni imaginar lo mucho que se enfadará conmigo cuando sepa que entre a su misma universidad, recibí la carta de aceptación el día en que ella me dejó, no lo hice por que ya no estamos juntos, lo hice para cuando estábamos juntos

Las imágenes del chico al que se estaba tirando hace dos días, me han atormentan cada vez que cierro los ojos, es una maldita pesadilla, apenas pueda volveré a dejar mis caricias por cada centímetro de Alexa, cada rincón de su cuerpo será acariciado por mi y solo por mi, de una manera en la que nunca mas en su vida podrá olvidarse, de una manera que la volverá igual de jodidamente loca de como me encuentro, todo el mundo la escuchara gemir mi nombre, la haré tener mas orgasmos que nunca, no podrá caminar por una semana, y así se olvidará de las caricias de cualquier otro chico que se atreva a tocarla

La mano me palpita, y comienza a tornarse morada, saco del congelador una bolsa de hielo que había comprado ayer y me la coloco en la mano

Tocan la puerta lo cual me tomo por sorpresa, la abro para encontrarme a una chica rubia de aproximadamente mi edad, quizás unos tres años mayor

—Hola, soy Tiara—me muestra una sonrisa claramente falsa.—La vecina de al lado, no se si eres nuevo en esto de vivir en departamento pero por favor haz menos ruido

—Lo siento, se me han caído unos vasos

—No me importa, solo intenta que no vuelva a suceder

Llega otra chica a su lado, una chica morena, ella me dedica una sonrisa que si parece sincera

—Disculpa a mi novia, tiende a irritarse fácilmente, lo que ella quería decir era; bienvenido al edificio

—Tu sabes que eso no era lo que quería decir—se queja la rubia

—Yo soy Leah

—Thomas—me presentó extrañado

—¿Que nos miras así? ¿Acaso nunca haz visto una pareja de lesbianas?—me ataca esa tal Tiara

—No—respondo.—Es decir si he visto, no las miro así por eso, es solo que son bastante opuestas

—Ella es la simpática—apunta la rubia, bastante orgullosa.—¿Que te paso en la mano?

—Me tropecé con unas cajas de la mudanza—respondo cortante, suficiente charloteo, quiero estar solo

—Si necesitas cualquier cosa nos avisas, la puerta de al lado—entiende mi tono, Leah

—Y no seas ruidoso, que no vives en este piso solo

—Ya entendí—eso me salió más pesado de lo que pretendía.—Han sido un par de vasos solamente, no es que allá montado un circo

El nerdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora