CAPÍTULO 5

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Nota!!!!!!

Este capítulo está basado en la sugerencia de una lectora! 😄 No estoy muy segura de darle éste rumbo a mi historia, pero no quería quedarme con las ganas de escribirla porque me gustaron sus ideas! 💗💗💗

Espero que les guste. 🌹🌹🌹🌹🌹🌹

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Harry no pudo evitar sonreír ante el tierno gesto que su niño realizó de manera inconsciente. Entre sueños, su Jaky - como él solía decirle - llevó su dedito gordo hasta sus labios, tal como lo hacía cuando era un nenito de pocos años. Parecía mentira que hubieran pasado más de dos décadas, para él era como si el tiempo se hubiera detenido y entre sus brazos no reposaba un muchacho de 26, sino el niño de cinco añitos que solía creerse Superman.

Vaya días había tenido. Tres, para ser precisos, pero Harry Riley juraba que habían sido tres largos e intensos años. El primer día fue el más difícil y preocupante, pues se paseó por todos los hospitales de la ciudad, buscando a su hijo internado o entre los cuerpos de la morgue. Gracias a Dios, sus contactos lograron sacar a su hijo de la cuarentena y ponerlo a salvo, pero Jake no lo vio así en aquel momento. Para el muchacho, Harry no era nadie en su vida y no pensaba agradecerle "ni una mierda!" que lo hubiera rescatado, tal como se lo había gritado apenas se le puso en frente en la oficina de Lex.

Harry no podía creer que ése día había sido apenas ayer, y mucho menos podía creer cómo había terminado la discusión con su Jake. Si no hubiera sido que fue su mano la que castigó las nalgas de su hijo, hubiera jurado que eso jamás sucedió, pero lo cierto era que sí había ocurrido. Había nalgueado a Jake hasta que estuvo seguro de vencer su rebeldía. El chico realmente era un suicida.

Aún más surreal le resultaba analizar aquel día. Apenas eran las 6 de la tarde y Harry ya había castigado 3 veces a su hijo. Las nalgas de Jaky habían quedado completamente rojas tras las últimas palizas, cruzadas de lado a lado por los cardenales que provocaron tanto los cinturonazos como los reglazos. Había sido duro con la disciplina que impartió y la colita de su criatura era evidencia de ello.

El hombre esperaba que su niño pensara de ahora en más en las consecuencias de sus actos, que el dolor que sentía en su retaguardia lo ayudara a disuadir a su cerebro imprudente sobre lo que podía esperarle en casa en caso de desobeder a papá o a su jefe, aunque lo dudaba mucho. Jake era obstinado, y ni siquiera se detenía ante las situaciones más desventajosas posibles. Por Dios, que había intentado detener él mismo a siete hombres armados esa tarde. De solo pensarlo le daban ganas de volver a acomodarlo boca abajo sobre sus piernas para castigarlo hasta los 30 años. Al menos así lo tendría seguro con él.

-Vaya día! - Susurró Harry, sonriendo dulcemente a su bebé antes de inclinarse para besar su mejilla. - Tres palizas te has llevado, mi niño. - Continuó hablando bajito. No quería despertar a su hijo. - Aunque no sé si debería contar la primera, pues sólo fueron unas palmaditas dadas en una colita todavía dolorida. Y todo porque mi bebé es un deslenguado que... Aguarda, me faltó el último castigo. Rayos.

Harry no podía creer que había olvidado lavarle la boca con jabón a su hijo. Le había advertido que sucedería, le había faltado el respeto muchas veces y no podía retractarse ahora. Pero su niño descansaba tan plácidamente entre sus brazos que no quería despertarlo.

Qué más daba. Podía cumplir con esa parte del castigo a la mañana siguiente, cuando Jake no tuviera lagrimitas en los cachetes que lo hicieran ver vulnerable y tierno como un bebé.... Un bebé que pesaba demasiado ya en sus brazos. El cansancio comenzaba a pasarle factura al hombre.

Harry hizo un leve intento por poner más cómodo a su hijo, pero para ello debía quitarle del todo el pantalón que ahora mismo tenía enroscado entre los pies. Pero cuando comenzó a quitárselo, sintió que la tela estaba humedecida en el frente y en el trasero. Poco después, notó que su propia ropa estaba húmeda y no supo qué pensar. No podía ser transpiración, y sólo le bastaron unos segundos para darse cuenta que era pis. Su hijo se había orinado encima. Pero en qué momento?

Siempre a tu lado, Jake RileyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora