Te Deseo, Primo (Segunda Temporada) *En edición*

#11 Mío

Mientras tanto, en el otro lado de la ciudad, había un par de chicos que terminaban de alistarse para tener una reunión muy especial... Sin la aprobación de Destructor, cabe aclarar, pero poco les importaba pues estaban muy emocionados.

Ryu: Estás listo?.- Miró de reojo a su compañero teniendo una clara sonrisa en su rostro, la persona con la que iban a verse tuvo un gran impacto en sus vidas y por eso ya no aguantaba las ganas de darle un gran abrazo pues no se habían visto en unos largos meses.

Pero la expresión del líder cambió en cuánto se dió cuenta de que el esbelto se estaba comportando fuera de lo normal, parecía una enorme gelatina por lo mucho que estaba temblando y su cara estaba comenzando a ponerse muy roja.

Sora: S-si... Pero yo... .- Murmuró débilmente sintiendo el corazón en la garganta, no creía lo que estaba pasando por su mente, pero realmente quería decirle a su compañero lo que sentía pues se moria de ganas por...

Ryu: Qué pasa? Te sientes mal?.- Colocó su mano sobre la frente del de ojos bicolor para ver si no tenía fiebre, pues de repente este se había sonrojado pero exageradamente.

Sora: No es eso... .- Bajó la mirada rompiendo así el contacto que tenía Ryu sobre él, inconscientemente se mordió el labio inferior y pasó saliva tratando de reunir valor para expresar sus pensamientos.

Pero, cómo el líder conocía a la perfección a su esbelto, lo tomó suavemente del mentón para que sus miradas se conectaran. Sólo le bastó apreciar cómo las pupilas de Sora temblaron al verle los labios para comprender lo que estaba pidiendo a gritos.

Ryu: Oh... Ya veo lo que pasa.- Fue caminando lentamente hacia adelante, obligando al menor a retroceder hasta acorralarlo contra la pared. Quedaron totalmente juntos al punto que podían sentir el corazón del otro.

Todo el cuerpo le comenzó a temblar al más alto, pues su superior había colocado las manos en su cintura y lo estaba observando cómo si quisiera comérselo por completo... Que esa era la pura verdad.

Sora: N-no me veas así.- Trató de girar la cabeza hacia otro lado para escapar un poco de las perversas intenciones de su líder, aunque en el fondo quería que lo volviera a hacer perder la cabeza cómo había pasado hace unos días.

Una tierna risa resonó en la habitación, el de ojos azules con toques de verde llevó su mano al rostro de Sora para acariciarle sus pecas con mucha delicadeza, tomándose todo el tiempo del mundo pues le gustaba demasiado hacer aquello.

Los preciosos ojos del esbelto se fueron abriendo lentamente y soltó un suspiro extremadamente dulce por lo bien que sentía el contacto del mayor sobre su cuerpo... Se relajó de inmediato y finalmente vió hacia delante mostrando así sus mejillas sonrojadas.

Ryu: No debes avergonzarte, si quieres que haga esto, sólo debes pedirlo.- Susurró delicadamente sobre sus labios para proceder a besarlo con una gentileza inmensa. Llevó sus manos a las caderas del esbelto para pegarlo más hacia su cuerpo y disfrutar de su calor.

Ese pequeño gesto se fue haciendo cada vez más fuerte, hasta el punto de que comenzaron a intercambiar salivas y Ryu no pudo ignorar lo que su compañero estaba haciendo de manera inconsciente.

Sora: Mhg~ .- Con algo de pena, sujetó la nuca de su líder y comenzó a devolver los besos con lentitud, se notaba que se estaba dejando llevar por completo... Tan lindo.

Una traviesa sonrisa apareció entre aquellos besos por parte del dominante, sentía que podría estar de esa manera para siempre y jamás se cansaría. Pero un instinto dentro de él le decía que debía "molestar" a su compañero, para que las cosas fueran un poco más interesantes... Ryu no lo sabía, pero esos impulsos eran heredados de cierta tortuga de máscara roja.