#6 Los jinetes oscuros

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¡Este es otro episodio especial! Con 11,800 palabras (^ u ^)

Espero y les guste UwU

———(Narrador omnisciente)———

En los barrios bajos se corría un rumor bastante interesante, se decía que habían cuatro guerreros, cuatro sombras, que asesinaban a sangre fría a los que se interponian en su camino, nadie sabía cómo lucían en realidad, ya que no se molestaban en dejar testigos, lo único que era conocido de sus apariencias es que utilizaban atuendos totalmente negros, junto con unas máscaras que tenían unas flores rojas de Sakura, pero estas tenía el aspecto de estar goteando, cómo si estuvieran hechas de sangre.

No dejaban rastro alguno de su existencia, no se quedaban en ningún lugar por más de dos minutos, incluso en una pelea, acababan con el enemigo más rápido que cualquier ejército conocido y no les daban la oportunidad de poder defenderse. Eran cuatro personas llenas de rabia, no daban misericordia, y además se movían sólo entre las sombras, es por eso que los delincuentes de la ciudad los bautizaron cómo "Los jinetes oscuros", pero sólo eran rumores, la realidad es que esas seres enmascarados no mataban humanos, sólo descargaban su rabia en unos enemigos bastante peligrosos, en los Kraangs, aunque claro, si tenían que matar humanos, no dudarían ni un momento en hacerlo, ya que estaban saciando su sed de venganza cada noche sin excepción.

Eran temibles, literalmente eran máquinas de muerte... Pero si tan sólo se hubieran concentrado en los que debían proteger, en sus hijos, en vez de liberar su enojo, las cosas hubieran podido salir de una mejor manera.

(...)

Un joven de ojos rojos se levantó lentamente de su profundo sueño, se estiró sobre la cama, respiró con tanta calma y gusto cómo si no hubiera dormido así de bien en toda su vida, se incorporó lentamente hasta quedar sentado, talló sus ojos para alejar el sueño y lentamente los recuerdos del día anterior fueron apareciendo en su cerebro, de inmediato recordó todo lo que le había hecho a su líder, volteó rápidamente hacia abajo y ahí vió a Hayato plácidamente dormido de lado, podía ver su hermoso rostro totalmente relajado, era lo más perfecto que existía en el universo entero.

Haru recorrió el cuerpo de su pareja con la mirada y tuvo que cubrirse el rostro con ambas manos para tratar de ocultar la vergüenza que sintió, ya que había incontables marcas, mordidas y rastros de una mezcla de fluidos transparentes por todo el cuerpo de Hayato, y lo peor es que no se había quitado el arnés, así que aún parecía un delicioso pecado esperando a ser cometido... No pudo evitar levantar lentamente la sábana que los cubría pues debía asegurarse de algo, dirigió su atención a la entrada de su líder y de inmediato confirmó lo que temía, una gran cantidad de líquido blanco se escurría por esos lindos muslos, había acabado todas la veces dentro suyo

–Maldita sea... Soy de lo peor.– Murmuró completamente avergonzado, su cara ya ni siquiera estaba roja, era más bien un tono de morado... Pues se puso duro de nuevo.

–M-mhh... .– El líder se quejó lentamente empezando a despertar, de inmediato se sintió un poco incómodo al no poder mover sus brazos con normalidad, y su confusión creció más al sentir un malestar en su vientre, aún seguía soñoliento.

Haru de inmediato cubrió su erección con la sábana y se quedó totalmente quieto, pero por dentro estaba entrando en pánico, se había divertido más de la cuenta con su regalo de cumpleaños, se emocionó demasiado haciendo gemir a su temperamental, pero lo peor es que no podía mentir, lo había disfrutado enormemente.

Saliendo un poco de su letargo, Hayato soltó un adorable bostezo y se estiró hasta quedar de lado, viendo a su compañero de habitación con una pequeña sonrisa. –Mhg... ¿Qué hora es?– Preguntó con una voz levemente ronca, por supuesto se debía a que estuvo gritando y gimiendo hasta altas horas de la madrugada, pero aún no recuperaba todos sus recuerdos.

Te Deseo, Primo (Segunda Temporada) *En edición*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora