Little ones

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Little ones, son bien chiquititos ambos.

Son amigos de hace poco por sus mamás que se conocen.
Las madres serán Mónica y Lana, ajá.


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La mujer de cabellos rubios caminaba de la mano de un pequeño castaño.
El niño llevaba una mochila en la espalda y seguía a su madre a pasos apresurados.

Lana le había puesto sus zapatos nuevos y su sudadera favorita "por si hace frío"; le había dejado llevar algunos de sus juguetes, dentro de la mochila, para que compartiese con Auron "porque seguro le gusta jugar a las mismas cosas que tú". Ambos caminaban por el parque, buscando a la amiga de la madre.

- Ya llegamos. Mónica debe estar por aquí cerca... - Los orbes azules de Lana se movieron de un lado a otro, buscando con la mirada a la de cabellos negros y su pequeño. - Luzu, recuerda que te dije que Auron es tímido. Tienes que ser bueno con él, ¿De acuerdo?

- ¿Auron es tídimo porque es más pequeño? Yo ya soy grande y no soy tídimo. - La rubia sonrió oyendo a su pequeño. Logró visualizar a su amiga algo más lejos, saludándola con la mano. - Venga, allí está Mónica. - La mencionada estaba sentada en una banca con su hijo.


Mónica y Lana se conocían desde hace poco más de dos años.
Ambas trabajaban en el hospital, siendo Mónica doctora y Lana enfermera.
Se hicieron amigas al comenzar a compartir turnos; comenzaron a conversar y se dieron cuenta de la cantidad de similitudes que compartían. Ambas, incluso, tenían hijos de casi la misma edad.

Las dos mujeres se saludaron con un fuerte abrazo y comenzaron a halagar sus vestimentas, maquillaje, cabello...
Ambos niños permanecieron callados, tras sus madres, viéndolas hablar y mirándose de cuando en cuando. Luzu le sonrió.

- Luzu, cariño, ella es Mónica. La señora elegante de la que te hablé, ¿Recuerdas? Anda, dile hola.

El pequeño saludó con la mano y con un suave "hola". Mónica se agachó para apretar sus mejillas.

- Lana, ¿Te acuerdas de Auron? Era tan pequeño cuando lo conociste... - La de cabellos negros empujó suavemente a su hijo, para que se acercara a saludar. - Auron, ella es Lana y él es Luzu.

El pequeño Auron se aferró a su madre y dirigió una mirada tímida a la rubia, quien se agachó para hablarle.

- Hola, bebé. ¡Qué grande estás! - Extendió su mano, recibiendo la pequeña del menor. - Ven, no tengas miedo, cielo. Él es mi hijo Luzu, tenía muchas ganas de conocerte.

- Hola, Auron bebé, me llamo Luzu. Mi mamá me dijo que eras más tídimo, pero yo quiero que seamos amigos. - El castaño sonreía tiernamente, mientras el pequeño azabache asomaba su cabecita para verle.
Mónica se acercó a su hijo para hablarle en voz baja.

- Auron, ¿No quieres ser amigo de Luzu? - El niño asintió con la cabeza. - ¿Quieres jugar con él mientras mami habla con Lana? También es pequeño como tú, no tienes que asustarte. - El pequeño volvió a asentir. - Dile que jueguen juntos, anda.

Auron se acercó a Luzu, con algo de timidez.

- Lusu, ¿Quiedes que juguemos juntos?

- ¡Si! Tengo muchos juguetes de animales. ¡Ven, Auron! Te los voy a mostrar todos.

Ambas mujeres observaban a los pequeños sonrientes. Estos se habían sentado en el suelo, justo detrás de la banca donde estaban sus madres.

- Auron, mira. Tengo muchos cerditos, ¿Te gustan? - El menor asintió y agarró uno de los animales de peluche. - Ese se llama Manolo. Es mi mejor amigo.

- Hola Manolo. - Auron acarició al cerdito. - Lusu, yo también quiedo ser amigo de Manolo.

- Tienes que ser un niño grande para ser amigo de Manolo. Yo tengo cuatro, pero ya casi cumplo cinco. Por eso soy amigo de Manolo y de los demás cerditos. - Luzu tomó a todos los cerditos juntos y los rodeó con sus brazos. - ¿Ves Auron? Los puedo cargar a todos porque soy muy fuerte. ¿Tú también eres grande?

- Yo ya cumplí tres. - Auron mostró el número tres con sus deditos. - Mi mami dice que estoy creciendo muuuucho.

- Mmmm todavía no eres grande. Eres bebé. - Dió un par de palmaditas en la cabeza del menor. - Todavía no puedes ser amigo de Manolo porque tienes que crecer más alto. - Auron hizo un puchero y restregó sus ojitos con sus puños, queriendo llorar. - No llores Auroncito, los bebés pueden ser amigos de los pollitos.

De su mochila, Luzu sacó un bonito peluche de pollo. Blanco, con enormes ojos tiernos y una cresta en su cabecita.
Era un poco más grande que los peluches de cerdito.

Auron lo tomó con sus manitas y le dió un abrazo.

- Hola, pollito bebé. ¿Cómo te llamas?

- Él no tenía amigos, por eso no tiene nombre. - Luzu le miró con sus bonitos ojos azules, mientras abrazaba a Manolo. - Tú le puedes poner el nombre que quieras, porque eres su amigo.

Los ojitos avellana de Auron se iluminaron y una sonrisa mostró todos sus dientes de leche.

- ¡Federik! Es mi amigo pollito. ¡Mami, es un pollito bebé!

Mónica le sonrió a su hijo.

- ¡Qué lindo pollito! Y Luzu tiene un cerdito. Mira qué bien se llevan todos.

- ¡Mami! ¿Se lo puede quedar Auroncito? Es el mejor amigo de Frederick

Lana asintió despacio.

- Si, Luzu. Le vamos a regalar el pollito a Auron, ya que son tan buenos amigos. - Ella y Mónica sonrieron ante el "Siii" emocionado de los niños. - ¿Ustedes, pequeños, también son amigos?

Luzu abrazó a Auron por el cuello, mientras éste envolvía sus bracitos en su torso.

- Sip. Auron es mi amigo bebé. Y lo tengo que cuidar porque es pequeño, ¿Cierto, mami?

- Shi, Lusu es mi amigo grande.


Lana sacudió la cabeza, enternecida.

- Moni, ¿Por qué no los juntamos antes?





ɦσɳεყ - Oneshots LuzuplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora