Sun & Sunflower

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Segunda parte de "Sunflower".


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- ¿Estás pidiéndome que sea tu novio?

Auron juró ver un ángel revelarse ante sus ojos en aquel momento.
Los alborotados cabellos castaños moviéndose libremente con la suave brisa, los ojos celestes brillantes y llenos de júbilo, la delicada sonrisa adornando el inmaculado rostro de piel de porcelana, el leve sonrojo presente en las tersas mejillas.
Incluso los rayos del sol se intensificaron a su alrededor, como si provinieran del precioso ser que contemplaba.
Incluso pudo oír voces coreando las palabras del mayor.

Con aquellas manos aún entre las suyas, una sonrisa sincera se dibujó en su rostro.
¿Ya dije que Luzu es un solcito?

- Eso mismo, Luzu. Quiero que seas el sol que ilumine mis días.

- Yo quiero que seas mi girasol, Auron. Que te quedes cerca siempre.

El de cabellos negros rebuscó en su mochila, tomando un pequeño broche de girasol y poniendo éste en la sudadera de Luzu.

- Así me tendrás siempre contigo. - Dirigió sus amielados ojos a los azules. - Luzu, no estoy seguro de si eres un ángel o el sol, pero de verdad espero que te gusten los girasoles tanto como a este girasol los seres de luz.

Ambos se sonrieron. La respuesta no tuvo que ponerse en palabras, Luzu adoraba aquel chico de ojos tan preciosos como girasoles, con pupilas negras e iris dorados que eran los pétalos.
En verdad quedaba muy bien la alegoría.

Y los últimos rayos del sol que se ocultaba en el horizonte tuvieron el honor de presenciar el momento en que sus labios se juntaron en un beso.
Sol y girasol, encontrándose por vez primera en aquella intimidad tan delicada y bella.
Y la última luz del día provino en realidad de las sonrisas que dejó aquel gesto en ambos chicos.

- Te veré brillar mañana, mi sol.

- Te quiero, Auron.

.

Y así, Auron fue el primer girasol en mirar al oeste en la mañana.
Él no miraba al mismo astro que los demás, él tenía su propio sol.
Un sol que miraba también a su girasol, sin importar dónde estuviese.

Y la estrella que alumbraba los días se llenó de envidia por aquel girasol que guardaba la luz en sus preciosos ojos sin mirarle nunca.
Y los girasoles del jardín de nuestro azabache comenzaron a girar más seguido hacia el poniente, buscando avistar algún destello del chico solar de ojos color cielo.

- Está muy soleado para ser de noche...

No había luna ni estrellas, pero en la pequeña colina el de cabellos castaños parecía brillar con luz propia.
El sonrojo que se hizo presente en sus mejillas le dio aquel tono sonrosado del atardecer.

- ¿Cómo fue que... Llegué a conocer al más hermoso girasol? Auron, tus ojos se ven tan hermosos en la oscuridad...

Los dos girasoles casi irradiaban más luz que el sol frente a sí.
Fijos en su novio, estaban tan cargados de luz como de felicidad y cariño.

- Traje más de tus favoritos. - El ramo de girasoles estaba atado con una cinta roja. Pasaron a las manos del más alto, quien acarició los pétalos con suavidad. - Espero que representen todo el amor que te tengo, mi niño.

- Te amo, Auroncito. Gracias por quedarte a mi lado.





ɦσɳεყ - Oneshots LuzuplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora