Un profesional recién graduado de la universidad, siendo un profesor llamado Kim SeokJin, pasa unas vacaciones con sus padres, en una gran hacienda a lo lejos de la ciudad, sin esperarse que se encontraria un día por la mañana a un chico humilde y d...
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Los días pasaron y Tae cada día aprendía más de sus clases de literatura, por su profesor y prometido.
Se dedico mucho en leer logrando sabía muy bien cada párrafo escrito en un libro y Jinnie se sentía orgullo por su esfuerzo.
Por las mañanas, iba a la empacadora y por las tardes, le dedicaba mucho empeño a su novio por que aprendiera.
Por otra parte Jimin, ya estaba mucho mejor de su pie y no tenia inconveniente de abandonar la cama, el doctor lo había dado de alta y eso lo tranquilizó mucho.
Hobi ayudaba a que impulsará muy bien su pie, logrando caminar perfectamente, hasta que ya no le dolía mas.
La relación entre Hobi y Jung, iba cada vez mejor, por ser tan motivado de conquistar a ese vaquerito, Jung empezaba a no sufrir por la ausencia de Jimin de varios días ausente.
Logrando que Hobi, borrará esos pensamientos, cada vez que estaban juntos con las clases de equitacion.
Estando muy entusiasta, logró que cada uno de los chicos hicieran sus vidas.
Hobi le había explicado a Jimin varios días antes el deseo de Jinnie y que no tenía porque interferir más.
Jimin cada vez se resignaba en que no había un futuro con Jinnie.
Estaba tan enamorado que no le importaba otra cosa que estar con su novio Tae.
Eso lo tenía triste y deprimido, siendo que hiciera lo que hiciera, Jinnie jamás regresaría a su lado.
Esperando ayudar con Hobi para realizar todos los trámites para gran bienvenida de sus padres.
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Una tarde de un fin de semana, había un gran banquete artesanal a las afueras de hacienda con todos los adornos puestos y un gran manta que decía "bienvenidos"
Todo había quedado perfecto.
Los nervios lo invadieron en la parte superior de la hacienda, estaba acomodando su cabello dorado y su ropa fina, que había escogido su novio para el.