Un profesional recién graduado de la universidad, siendo un profesor llamado Kim SeokJin, pasa unas vacaciones con sus padres, en una gran hacienda a lo lejos de la ciudad, sin esperarse que se encontraria un día por la mañana a un chico humilde y d...
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La brigada era perfecta, para un día hermoso por la mañana.
Aun sus ojos enfocados en los del menor, mientras seguía admirando lo inteligente que era y la facilidad con la que aprendía en la segunda clase.
Sin poder hacer esfuerzos de una vez más explicarle con detalles lo aprendido.
El pelidorado estando aun más entuciasta de lograr aprender con éxito.
Su logro del profesor era con gran éxito al saber cómo su único y favorito alumno, se percataba con gran facilidad su aprendizaje.
Al mirarlo aún, el menor solo se sonrojo, haciendo que se distrajera por un momento, ante el apuesto pelimorado...
—Siento su mirada muy profunda, sobre mi—al tocar su barbilla, el pelimorado acerco su rostro, viendo los antojables labios suaves del menor...
—Sin permiso, le robo un beso tierno y dulce, que hiciera que el menor callera rendido ante su atrevimiento.
Cayendo a sus encantos, correspondió al beso dado por el mayor, haciendo que su momento fuera único, logrando poco a poco conquistar al menor.
A su alrededor en el entorno de su mundo, logró que Hobi viera tal escena romántica, viendo como el galán de Jinnie, le interesaba tanto ese chico menor, su sorpresa fue muy inesperada al saber que el dueño de la hacienda, logró por fin enamorarse de un chico mucho menor.
Con su teléfono captando las fotos siendo testigo de estarse besando con mucha pasión, logro descubrir al pelimorado al irse para informarle que no eran buenas noticias para el pelirosado.
Sus manos coloco entre las del menor, haciendo que el pelidorado se mostrará nervioso y tenso cada vez que lo besaba.
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Sus brazos recargo sobre las rodillas del pelimorado, para seguir siendo sumido ante el beso, sus labios lambio al terminar de besarlo con gran ternura, dio un suspiro que se regocijo ante su belleza, con el rostro tímido ante el conquistador irremediable.
—Profe Jinnie, usted me pone nervioso, siento mariposas en mi estómago, no puedo evitar la tensión que siento, ¡cada vez que me besa!—luchando por su amor, logró que su alumno, estuviera sintiendo amor por su profesor de literatura...