Un profesional recién graduado de la universidad, siendo un profesor llamado Kim SeokJin, pasa unas vacaciones con sus padres, en una gran hacienda a lo lejos de la ciudad, sin esperarse que se encontraria un día por la mañana a un chico humilde y d...
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Sus pensamientos divagaban aún, pensando en su amado, el ruido de las máquinas siendo el sonido muy alto, estando distraído, no notaba que su papá, le hablaba desde lejos para poder ayudarlo...
—Jinnie hijo, ¡te hablo!—el chico reaccionó de inmediato, notando que aun estaba en la empacadora y que quería pronto regresar a la hacienda, para no dejar tanto tiempo a su novio en la habitación...
—Disculpame papa, que decías, he estado un poco distraído...
—Ya veo, el amor te tiene asi hijo...
—La verdad si, estoy muy enamorado papá y quiero que sepas que iré a Seúl a comprar lo necesario, para nuestra boda, quiero que sea aquí en la hacienda...
—Me parece perfecta la idea hijo, cuenta conmigo, con lo que necesites...
—Solo te puedo pedir un favor muy grande, papa...
—Lo que quieras hijo...
—Quiero que cuides de mi novio a mi regreso, quiero que se sienta en su casa y que no sé sienta incómodo...
—Cuenta con ello...
Avanzando con su papa, Jinnie se quedó mas tranquilo, hasta terminar con los pendientes, se regresaron a la hacienda viendo al abrir la puerta de su habitación que no estaba su novio esperándolo.
Dándole prisa busco por toda la hacienda hasta encontrarlo en el jardín, oliendo las lindas flores que adornaban la naturaleza.
El pelimorado se acercó siendo discreto y que no notará su presencia, pero al fin volteo a verlo con una sonrisa, tierna y dulce que sólo le podría ofrecer su amado Tae...
—Hola mi amor, porque tan sólito aquí...
—Quise tomar un poco de aire fresco, estaba leyendo un libro, pero después quise salir un rato...
—Porque no damos una vuelta a caballo y después hacemos un picnic en medio del campo, te parece.
El menor asistio emocionado, completando su felicidad, Jinnie no se quedó con las ganas de besar sus labios, era su fortaleza cada día y lo mantenía más enamorado.
Sus labios finos y hermosos estaban puestos en los del menor que lo invadió entre su poder con gran anhelo después de haber estado separados toda la mañana.
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