Un profesional recién graduado de la universidad, siendo un profesor llamado Kim SeokJin, pasa unas vacaciones con sus padres, en una gran hacienda a lo lejos de la ciudad, sin esperarse que se encontraria un día por la mañana a un chico humilde y d...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Con sus fuertes brazos, lo mantuvo entre su poder, mientras que Jimin quería safarse de lo descarado que era Jungkook al haberselo dicho en su cara...
—Eres un aprovechado Jungkook...
—No mas que usted, que solo ve a los chicos por su clase social...
—Como te atreves hablarme asi... ¡sueltame salvaje!
—No lo voy a soltar, ya es hora de decirle sus verdades niño caprichoso...
—Sueltame o te arrepentirás...
—Esta bien como usted ordene, soltandolo, Jimin cayo al suelo cubriéndose de paja...
—Eres un patán Jungkook...
Te exijo que me enseñes a montar a caballo ahora...
—Porque no le dice al joven fino de clase que conoció ayer, asi podrá pescarlo y será un muy buen partido para usted...
—¿Estas celoso?
—Yo celoso de usted, jamás me pondría celoso de un niño de ciudad como usted...
—Pero si te comes a mi amigo, oportunista...
—Ya le dije que es cosa que no le importa, así que dígale a su otro empleado que le enseñe.
Jimin se calmo, viendo que Jungkook tenía su orgullo y que se revelaría si fuera mas altanero con el, enseguida se sacudió de la paja, acercandose al chico, mostrando humildad para cumplir con su propósito.
—Jung, por favor ayúdame...
El pelinegro lo tomó de los hombros con fuerza al no ocultar más los celos que corrían por sus venas al preguntarle, sin quedarse con la duda...
—Te gusta ese chico fino Jimin...
—Es guapo y todo, pero lo acabo de conocer, es todo...
—Te vi muy feliz a su lado...
—Solo fue amabilidad, en cambio tu eres muy apuesto, tienes un cuerpo de dioses Jungkook, quisiera que me apretaras entre tus brazos y me besaras ahora mismo.
Sus pupilas se dilataron al no desperdiciar la oportunidad de besar al chico que lo hacía suspirar.
Lo tomó entre sus brazos fuertemente, mirando lo bello que era, ese niño berrinchudo...
—Como usted desee joven Jimin, que estoy aquí para obedecerle y complacerlo—tomando sus labios los incrustó con los del pelirosado, la sensación del beso, fue incrementando, sus ojos cerró de lo bien que se sentía, ser besado por el vaquerito.
Sus brazos fuertes sentía al ser invadido y sus tiernos labios, hacían que Jimin se dejara llevar.
Eran deliciosamente ricos sus labios, la esencia con la que Jung lo besaba era solamente de sentir amor, apesar de que se veía que no lo soportaba, por la actitud tan déspota que tomaba el pelirosado.
