Un profesional recién graduado de la universidad, siendo un profesor llamado Kim SeokJin, pasa unas vacaciones con sus padres, en una gran hacienda a lo lejos de la ciudad, sin esperarse que se encontraria un día por la mañana a un chico humilde y d...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El pañuelo de cervilleta, estaba puesto en la mesa, haciendo que no tuviera más hambre el pelirosado con un puchero grande dado al no soportar que lo tratara de esa manera, siendo que era la primera vez que Jinnie se comportaba de esa manera...
—De verdad que no soporto a ese Taehyung, no se porque lo conoció, ahora hasta le va a llevar la cena el mismo—mirando como pasaba el pelimorado cargando la charola, se ofreció enseguida ayudarlo, dejando que el mismo se la llevara...
—No te preocupes Jinnie, yo le llevaré la cena a tu novio—aún no estando de acuerdo, Jimin convenció al Jinnie con su respuesta...
—Deja que conviva con el, seré su maestro por las mañanas, mientras tu estas ausente, deja que me conozca y me tenga confianza—asistiendo con la cabeza, le entrego la charola para llevársela a su novio...
—Esta bien, solo que no hagas tus comentario imprudentes, ¡Jimin!—haciendo caso a sus deseos, subió enseguida a su habitación, donde entra sin ningún permiso, haciendo que se espantara Tae del ruido que había hecho.
De mala gana azoto la charola en su cama, limpiandose sus manos de hacer un favor bien hecho.
—Hola, Seokjin me dijo que por las mañanas seré tu maestro de literatura, asi que vine a conocerte Taehyung—viendo aún su apariencia, lo reflejo enseguida en que no le caía nada bien su rival...
—Gracias joven, pero prefiero esperar a mi Jinnie, a que el mismo me dé las clases—imponente y mando, le parecía su rival ante su respuesta...
—Taehyung debes aprender a que no siempre se hacen las cosas como tu quieras, es una orden de Jinnie y aquí se hace lo que el dice, ¡entendido!—siendo sumiso el pelidorado, accedió ante sus palabras de Jimin, quien no dejaba de mirarlo con rencor...
—Esta bien, si eso ordenó mi novio que así sea, no tendré ningún problema por eso—tímido estaba ante el regaño del chico, imponiendo su voluntad ante el noble de Tae...
—Qué bueno que lo entendiste, mañana te veo en la biblioteca, se puntual que te estare esperando para la clase—asistiendo con la cabeza, solo agacho su rostro, sin querer probar bocado.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.