— ¿Estás cómoda? — inquiero de espaldas a Anne. No recibo respuesta de su parte, por lo que me giro y la miro a los ojos. Ella asiente sin decir nada. — ¿Segura? No hace falta que...
— Sí Tay, segura. No te preocupes.
— Me da la sensación de que no...
— En serio, estoy perfectamente, duérmete anda. — se gira, dándome la espalda. Yo decido pasar mi brazo por su cintura, tal vez así se relaje más. Veo cómo se tensa unos segundos, pero no dice nada, sólo se queda quieta, y así el resto de la noche.
(...)
Al día siguiente me despierto y me siento realmente enérgico. Cómo si hubiera descansado mejor que en toda mi vida. Anne sigue dormida, pero ahora está con su cabeza apoyada en mi pecho y su brazo rodeándome la cintura. Debe haberse movido durante la noche.
Es raro porque teniéndola así me siento cómo...tranquilo, y al mismo tiempo bien, no sé, es extraño.
Ella se remueve un poco y después abre los ojos. No sabría decir qué emociones adoptaron sus ojos en ese momento, pero se separa tan rápido como se da cuenta de la posición en la que está. — Perdona...
— No pasa nada, no me importa. — sonrío. Puede que eso ayude en algo, aunque no sé porque ha reaccionado así.
— ¿Has dormido bien? — inquiere.
— Sí, la verdad es que he...
— Perfecto, pues adiós. — se levanta y se va corriendo, dejándome con la palabra en la boca. En ese momento me siento...mal. ¿Por qué? ¡Dios, esto es demasiado confuso! Es lo peor no saber diferenciar emociones.
Yo antes no tenía estos problemas, no me hacía ninguna falta saber lo que estaba sintiendo porque, de alguna forma, no le daba importancia. Pero ahora es distinto, Anne me hace sentir cosas que nunca había sentido, y no sé ni qué es. Esto es realmente confuso, necesito saber qué es lo que me pasa.
También me confunden sus cambios de actitud. En un momento estamos muy bien y al otro huye de mí como si fuera un monstruo o algo. ¿Qué es lo que le pasa exactamente para comportarse así? A veces pienso que el motivo se encuentra en la vez que estaba llorando, hace poco más de un mes. También pienso que debería contárselo, decirle lo que siento, tal vez ella me pueda decir que me pasa, alomejor no es algo malo, no tiene porqué ser malo si se siente bien, ¿no?
(...)
Una semana más tarde (para ser exactos llevan aquí un mes y tres semanas) las cosas siguen más o menos igual. Jayden y Alyn salen todos los días a intentar reparar la nave, Anne de vez en cuando los ayuda, y si no está en el salón sentada pensando. Yo...a veces estoy en mi habitación, a veces con Anne (a pesar de que pasa por completo de mí) y, cuando me canso de que me ignore, me voy a la planta baja, donde está el agujero.
Precisamente ahora estoy con Anne en el salón. Ella está con la mirada perdida y sumergida por completo en sus pensamientos. Le he estado dando varias vueltas a hablarle acerca de mis sentimientos, pero no sé, no me he atrevido. Siento que no es buena idea. Sin embargo, una parte de mí me exige contárselo. ¿Si se lo digo ella será capaz de decirme que me pasa o ni siquiera ella sabrá que me está pasando?
Muy bien, creo que este es el momento. Estamos solos por lo que creo que me será más fácil para mí hablar con ella. — Anne. — levanta la mirada y fija sus ojos azules en los míos. — ¿Puedo hablar contigo? — ella solo asiente. — Es sobre...una cosa que me pasa. Tal vez tú puedas ayudarme.
— ¿De qué se trata?
— Bueno, es...un tema de sentimientos. La verdad es que nunca me había pasado algo como esto y...no tengo ni idea de que me pasa. — veo cómo frunce el ceño algo confusa. — ¿Tú alguna vez has sentido...tranquilidad o seguridad al estar con alguien? — abre los ojos sorprendida y después dice algo que me sorprende.
— Sí, pero no es nada bueno. Si sientes eso ves olvidándote, nada que empiece con ese sentimiento puede acabar bien. Te hace débil, te hace una presa para las personas que sólo buscan hacerte daño. Después tú te quedas como una idiota pensando ¿Por qué tuve que sentir esto por esta persona? En resumen: no es nada bueno. — termina de decir eso y, con brusquedad, se levanta y empieza a ponerse el traje espacial.
— ¿Entonces si yo siento estas cosas cuando estoy contigo significa que soy débil ante tí?
Se detiene y me mira con un extraño brillo en los ojos. — ¿Sientes eso por mí? — parece realmente sorprendida. ¿Por qué? Asiento a su pregunta. Entonces veo como casi sonríe. Casi. Se queda en una mueca, dando a notar que intenta reprimirla. Después sacude su cabeza y pone una expresión neutra. — Pues olvidalo. — y sin decir nada abre la puerta y sale fuera, cerrando la puerta bruscamente.
Muy bien, eso ha sido raro. Muy raro. ¿En serio lo que siento cuando estoy cerca de ella es malo? No parece malo, aunque si ella lo dice será verdad, después de todo ella entiende más de emociones que yo.
Sin saber muy bien que hacer ahora que estoy solo cojo el walkie talkie que está al lado del ordenador y hablo con Frizze. — ¿Hola?
— ¡Hola Tay-ty! — la voz emocionada de Frizze me hace sonreír. — ¿Necesitas que vaya?
— No tranquilo, sólo quería hablar con alguien...
— Uy, qué raro, ¿es que no está Anne por ahí para hablar?
— No, hemos estado hablando hace unos minutos, pero se ha ido.
— Oh, ¿y desde cuando necesitas hablar con alguien cuando te quedas solo? — noto el tono burlón que usa al hacerme la pregunta y casi puedo verlo sonreír enseñando sus largos colmillos. — Desde que tienes gente en tu casa no puedes estar sólo.
— Eso no es verdad, puedo estar solo. Simplemente me apetecía hablar contigo.
— Muy bien, ¿y de qué? — lo pienso durante un par de segundos hasta que decido contarle la conversación que he tenido con Anne. Puede que él también me ayude con todo esto.
Después de haberle contado todo lo que habíamos hablado la única respuesta que obtengo de su parte es un simple: — No entiendo nada.
Y con eso me doy por vencido en lo que queda de día. Está claro que la única persona que puede ayudarme con esto es Anne, y por alguna razón no quiere decirme qué le pasa realmente.
Subo este capítulo por ser el día del padre, el domingo habrá otro.🥰
ESTÁS LEYENDO
Marte, nuestro futuro ©✔️ El Espacio #1 {Pendiente de editar}
Science FictionAnne y su familia se quedan atrapados en Marte. Allí se encuentran con Taylor, un chico que vive allí desde los siete años. Su historia no es para nada convencional. Anne y él pasan muchas cosas juntos en el tiempo que pasan fuera del planeta Tierra...