Capítulo 19. Anne. Secretos en familia.

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Después de enseñarle todo (ya siendo la hora de comer) vamos a una cafetería que hay al lado. Estamos sentados frente a frente mientras Tay me cuenta que le han parecido las instalaciones.

— Bueno, ha sido muy divertido ir a la NASA. He podido conocer gente que ha trabajado con mis padres y es maravilloso que me cuenten cosas de ellos. — miro a Taylor, el cuál se ha quedado mirando hacia la ventana, pensativo.

— ¿A ti no te gustaría trabajar ahí?

Gira su cabeza y me mira. Parece sorprendido. — Claro que sí, sería un sueño hecho realidad. Me sentiría más cerca de ellos, y además, es lo que siempre me ha gustado. — baja la cabeza un par de segundos. — Pero no puedo. No creo ser capaz.

— Claro que lo eres, Tay, eres más capaz de lo que piensas. Sólo tendrías que sacarte ingeniería aeronáutica en la universidad y directamente ya podrías trabajar allí.

Taylor frunce el ceño. — ¿Ingeniería aeronáutica? — asiento. — Entonces ya sí qué no voy a poder, no tengo ni un graduado básico, ni siquiera me cogerán para entrar.

— Si estás con esa actitud claro que no. Vamos Tay, yo sé que eres muy capaz de hacer esto. Te he escuchado hablar de un montón de cosas que ni yo sé, eres muy listo y si quieres lo vas a lograr, ya verás. — le sonrío con confianza.

— Si tanto confías en mí…está bien, lo intentaré. — sonríe y le da un sorbo a su café.

(…)

Cojo la mano de Taylor, intentando calmar un poco sus notorios nervios. — Tranquilo, ya verás como te van a dejar.

— No sé, lo dudo. Ni siquiera llegué a terminar la primaria. ¿Cómo van a dejarme hacer un examen para una carrera tan complicada?

— Te dejarán, ya verás. ¿A qué sí, mamá? — veo como mi madre sonríe a través del espejo retrovisor.

— Por supuesto que sí. Taylor cariño, yo confío mucho en ti y tu capacidad, y eso lo van a ver enseguida.

Tay sonríe un poco más calmado, pero aún temblando de los nervios. — Gracias.

Mi madre aparca en la entrada de la universidad unos minutos después. Los tres bajamos del coche y caminamos hasta la entrada.
De alguna manera volver aquí me pone…muy nerviosa. No por Paul, lo suyo ya lo tengo más que superado, si no por el hecho de que ahí pasaron cosas que, aunque me cueste admitir, me hacen daño todavía. La entrada está igual que siempre. La recepción está justo en el centro, y a los lados escaleras. Unas son para la facultad de ingeniería aeronáutica y la otra para ingeniería eléctrica.

Nos acercamos a la recepción y la señora de todos los años sigue ahí, con su cara de "odio a todo el mundo", cómo siempre. Al ver a mi madre abre los ojos sorprendida. — Vaya vaya, pero si es la gran Alyn Miller, ¿qué te trae por aquí? ¿saludando plebeyos?

— No estoy para tonterías Cammella, vengo a hablar con el director. — mi madre le responde tan bruscamente que Taylor se sorprende. No está acostumbrado a ver a mi madre tan hostil.

— Ahora lo llamo. — pone cara de aburrimiento y marca dos números en el telefonillo. Se lleva el auricular a la oreja y dice un par de palabras, después lo vuelve a dejar en su sitio. — El director Hall os recibirá en este momento.

Sin decir nada más mi madre pasa por el lado derecho y cruza un pasillo. Taylor y yo vamos detrás de ella en silencio. — Nunca había visto a tu madre así. — susurra Taylor.

— Ya, es qué Cammella y mi madre tienen una especie de…pasado muy traumático, mejor no preguntes. — él sólo asiente y los metros restantes al despacho del director pasan en silencio.

Marte, nuestro futuro ©✔️ El Espacio #1 {Pendiente de editar}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora