Narra Aragorn:
Me parecía increíble que hace poco pensáramos que iba a ser fácil salir de esta montaña.
Desde que Legolas sintió la presencia de esos orcos, habíamos sido rodeados, y tuvimos que empezar a luchar.
-Tened cuidado, aquí estamos en desventaja.- Dije con la guardia alta.
-Bah, como si antes no lo hubiéramos estado.- Dijo Gimli. -Qué te apuestas a que consigo derrotar a más orcos que tú, orejas-puntiagudas?
Legolas mantuvo su actitud seria. -En otro momento no dudaría en aceptar tu reto, pero creo que aquí, en nuestra situación, no es buena idea.- Pensé que Gimli lo iba a llamar cobarde o algo parecido, pero me equivoqué. Seguramente Gimli había comprendido lo grave que resultaba nuestra situación.
Saqué mi espada y ataqué a esas horribles criaturas que nos tenían rodeados.
A pesar de que Sauron hacía tiempo que había sido derrotado, los orcos que habían quedado en Tierra-Media aún eran igual de fuertes que antes.
Nosotros en cambio habíamos perdido práctica.
Corté con mi espada a un orco, y a otro que intentaba atacarme de lado. Giré y clavé mi espada en uno más, matándolo en seguida.
Uno trató de atacarme por detrás. Yo estaba demasiado ocupado como para notarlo luchando contra los que tenía detrás. Cuando me di la vuelta ya estaba demasiado cerca como para poder contra-atacar. Quedé paralizado, pero su ataque nunca llegó a mi.
El orco se desplomó sobre sus rodillas, y cayó muerto al suelo. Vi que una flecha decorada estaba clavada en la parte de detrás de su cabeza. Levanté la vista y vi a Legolas de pie, cargando de nuevo su arco.
Asentí para dar las gracias y él me devolvió el gesto y disparó su flecha contra un orco.
Volví a ponerme en guardia y ataqué a más orcos, mientras Gimli parecía llevarlo bien con su hacha. Esta vez no lo estaba llevando como una competición. Parecía haberse dado cuenta de que Legolas no estaba en condiciones para hacer eso, por lo que se lo estaba tomando en serio. Hasta a veces luchaba más cerca del elfo, para asegurarse de que no ocurriera nada malo.
Me agaché para esquivar un ataque por arriba. Le di una patada al orco en el estómago y clavé mi espada en su pecho, y con la adrenalina de ese ataque, la saqué rápidamente y la clavé en el que tenía al lado.
-Son demasiados. Así no podremos!- Exclamé caminando hacia detrás manteniendo la guardia, hasta quedar de espaldas a la espalda de Legolas y Gimli.
-Pero de donde salen?! Parecen termitas!!- Exclamó Gimli.
-Tenemos que encontrar una forma de salir de aquí como sea.- Dijo Legolas. Noté que su voz sonaba un poco dolorida. Le miré más atentamente y me di cuenta que la manga de su camisa estaba cortada, y que en su brazo había un largo corte que le llegaba casi hasta el codo.
-Legolas!! Por qué no dijiste que estabas herido?!- Exclamé.
-Que está qué?!- Prácticamente gritó Gimli. Luego golpeó a un orco que se estaba acercando peligrosamente con su hacha.
-No estoy herido. Es solo un corte.- Dijo Legolas mientras sacaba dos flechas y las cargó en su arco. Luego con una precisión increíble (sobre todo teniendo en cuenta su condición) dio de lleno en unos orcos que estaban bloqueando la salida de la sala. -Podremos salir por allí.
-Eso es mucho más que un simple cor- No pude terminar porque tuve que pararme a matar a un orco. Mantener esta conversación en medio de orcos sanguinarios no era quizás la mejor idea de todas. -Tenemos que luchar nuestro paso hasta salir de aquí.- Dije preparándome.
Tanto Gimli como Legolas asintieron.
Tras eso, los tres con nuestras armas preparadas, nos lanzamos al ataque para abrir un camino entre los orcos como podíamos.
Parecía interminable. No habíamos llegado ni a la mitad del camino y parecía que habíamos estado luchando años. No podía evitar mirar hacia el elfo, quien luchaba con su arco y sus flechas a pesar de ese corte en su brazo. Vi que pronto se quedó sin flechas y sacó sus espadas gemelas y siguió luchando con ellas.
Gimli luchaba igual con su hacha, pero vi como también de vez en cuando miraba hacia Legolas o hacia mí.
Definitivamente esto no iba demasiado bien. Para mi sorpresa, oí una voz conocida gritar algo en otro idioma.
Y justo cuando todo parecía perdido, una luz blanca iluminó el lugar. Los tres éramos capaces de reconocer esa luz en cualquier parte.
Era Gandalf quien estaba lanzando un hechizo! Pronto casi todos los orcos habían desaparecido.
Corrimos hasta el mago, quien estaba de pie en la salida con su bastón en mano junto con los 4 hobbits. Hasta me pareció ver a alguien más con ellos, pero que se escondía detrás de la salida, y a veces echaba un rápido vistazo hacia nosotros.
-Gandalf!- Exclamé en cuanto estábamos cerca. -Justo en el momento oportuno. Estábamos en bastantes problemas.
-Se ve.- Respondió Gandalf. -Galadriel y yo empezábamos a preocuparnos por que no aparecierais.
-Aragorn!- Exclamó Frodo entusiasmado. -Me alegro tanto de volver a veros a los tres.
-Nosotros también, Frodo.- Respondió Legolas.
-Legolas estás bien? Oí lo que os pasaba a los elfos...- Preguntó Frodo preocupado. Sam le miró preocupado también.
-Sí! Estás bien?- Preguntaron Merry y Pippin a la vez.
-Estoy bien, no os preocupéis.- Respondió Legolas.
-No, no estás bien elfo! Tenemos que vendarte ese brazo pronto.- Exclamó Gimli.
Entonces los 4 hobbits parecieron notar su herida. -Q...qué te pasó?- Preguntó Sam.
-Un Orco me cortó, no es nada grave.- Respondió Legolas.
-Quizás no normalmente, pero de todas formas ninguno de los elfos está en condiciones para decir “me encuentro bien”. Debemos vendar eso.- Dijo Gandalf.
Sam sacó de su bolsa una capa que cortó con un cuchillo hasta tener una larga tira de tela. Luego le pidió a Legolas que se agachara y le vendó el brazo.
-Con eso debería bastar...- Dijo en cuanto terminó.
-Gracias, Samwise.- Dijo Legolas.
-Te sientes mejor?- Pregunté. Legolas asintió.
-Bien. Vayamos a Lothlórien.- Dijo Gandalf, y nos indicó que le siguiéramos.
En cuanto salimos de la sala, pude ver quién era esa criatura que se escondía detrás de la salida.
-Gollum?!! Pero no estaba muerto?!- Exclamé sorprendido.
Gimli y Legolas también parecían que les habían pegado una bofetada en toda la cara.
-”Estaba” no. Sigue estándolo.- Contestó Gandalf.
La criatura nos miró de reojo a los tres y desapareció. Si antes teníamos unas caras de embobados... ahora ya ni se describir nuestras caras.
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Hola! Bueno, sé que hace mil años que no subo, y lo siento pero simplemente no he tenido inspiración. En serio. Parecía que la inspiración y yo fuéramos enemigos mortales. Traté de encontrarlo de diferentes formas, pero siempre acababa rindiéndome. Ahora ya he conseguido un pequeño empujón que hace que esta historia pueda avanzar un poco más... solo espero que me dure xD
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Lord of the Rings: The Light Fades
FanfictionEsta Novela es para todos aquellos que me ayudaron con mis anteriores novelas durante este verano. El anillo ha sido destruído y todo ha vuelto a la normalidad, o lo ha hecho? Legolas, Aragorn, Gimli, Frodo y los Hobbits deberán embarcarse en una av...