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32. Sorpresa

CAPÍTULO 32

El que no comente no saldrá de Latinoamérica.

ATHENEA

Al salir del cine, todos reíamos, bueno, no todos, Gaby estaba muy asustada y miraba a todos lados en busca de un alma poseída que quiera asustarla.

‐ Esto no es gracioso, fue horrible, ¡Al final de la película decía Vasado en Hechos Reales! – exclamó asustada.

‐ Eso solo lo ponen para asustar a los que lo miran – Óscar habla tranquilo soltando un bostezo ‐ ¿Qué tú ni deberías saberlo?, estudias para ser productora de cine.

‐ No estoy nada interesada en grabar una película de terror, moriría en medio set de grabación

En medio del alboroto reviso mi móvil al sentirlo vibrar en mi bolsillo a causa de un mensaje recibido

¿Adivina quién está bajando de un avión justo ahora en California?

No puede ser, simplemente me niego

¿Qué demonios hace aquí?, si va a venir al menos debía de haber avisado con mayor anticipación.

Ahora tenía  que ir a buscarlo al aeropuerto, idiota.

‐ Tengo hambre, me comí todas mis palomitas antes de que la película empiece y no quería ir a buscar más para no perderme de nada, ¿Dónde vamos? – cuestionó Jordan mientras yo guardaba mi móvil tras avisarle a mi inesperada visita que iría enseguida.

‐ MC Donalds – Gaby levanta las manos al dar su opción feliz olvidando su trauma de hace dos minutos.

‐ Yo quiero pizza – se quejó Eros.

‐ Yo quiero pasta – intervino Óscar

‐ Yo también quiero Hamburguesa – opinó Missy.

‐ Yo quiero pasta también- Zack opinó

‐ Y yo quiero Pizza – habló Jordan- bueno, es un empate, ¿Qué quieres tú Alex, Ath?, a como me digan ambos que quieren pavo los tiro a la carretera, la idea es desempatar así que ambos elijan una opción

‐ ¿Por qué no piden deliveri de lo que quieren y se van a algún parque a comer? – opine, ninguno se pondría de acuerdo y es lo mejor así todos salen ganando.

Todos apoyan la idea sacando sus teléfonos para hacer el pedido

‐ Oye, ¿por que dijiste “se van", tú no vienes? – cuestionó Jordan luego de que esté por marcar.

‐ No, tengo unos asuntos que arreglar, diviértase.

‐ ¿Quieres que te acompañemos? – preguntó Gaby pero negué con la cabeza.

‐ No es necesario, luego les explico.

Me despedí de ellos con la mano antes de comenzar a alejarme para tomar un taxi, no soy de sorpresas y esta  sin dudas solo me pone nerviosa, pero ya no hay nada que hacer.

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EROS

Tras terminar de almorzar, gracias a Dios por que ya me estaba muriendo de hambre. Proponen reunirnos hoy en la noche para salir a cenar todos juntos.