One-shots & Headcanons🗡️👑Edmund Pevensie x Reader

From hate to love

Pedido de NatalyPop-0516. Espero que te guste. 😊💕

Edit:lo volví a subir porque como que no me gustó cómo quedó el anterior.

(T/a) :tu apodo.
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(T/N)

Rey Edmund, el Justo, Duque del Erial del Farol y Conde del Linde Occidental, caballero de la Noble Orden de la Mesa. No le caigo bien.

Aún cuando estábamos envueltos en la misma situación, no podíamos soportarnos. Sus hermanos decían que éramos igual de obstinados y rudos al hablar, aún así no estábamos de acuerdo en casi nada.

Cuando fue seducido por la Bruja Blanca, me molestó muchísimo, pero llegó un momento en el que me preocupa al pensar en el trato que recibía de ella. Cuando Aslan lo rescató, me alegré sinceramente.

–Sé que soy un tonto, un traidor y no debí alejarme...

–Nadie está diciendo nada de eso.

Durante la batalla contra la Bruja Blanca, escuché un fuerte estruendo y vi un destello de luz. Edmund había roto el cetro de la bruja. Vi lo que iba a hacer a continuación y, por instinto, empujé a Edmund y la espada me hirió.

Puse mis manos en la herida las cuales se iban empapando de mi sangre poco a poco. De repente, vi a alguien frente a mí, era Edmund.

–Tonta, ¿por qué lo hiciste?

Lucy llegó junto con sus hermanos y me dio de su poción curativa la cual hizo efecto a los pocos segundos. Al ver que estaba bien, Edmund me abrazó. Dudé en corresponder, pero lo hice.

Con el paso de los años, dejamos de discutir seguido. Empecé a notar no solamente lo que me caía mal de él, sino también lo bueno que era como estratega, lo templado que era en los concejos, lo bueno que era con la espada y, claro, lo apuesto que se había vuelto.

Hubo momentos fugaces en los que pensé que le gustaba, pero nunca dijo nada.

Un día, fuimos a buscar al ciervo blanco. Nos encontramos con un farol, sabíamos el nombre, pero no sabíamos por qué. Lucy pareció recordar algo y se fue a lo profundo del bosque seguida de los demás. De repente, Edmund tomó mi brazo y nos detuvimos.

–(T/a),yo...

–¿Sí?

Se veía nervioso. No quería ilusionarme, pero en el fondo esperaba que dijera...

–¡Chicos, apresúrense!

–¿Te parece si me lo dices después?–le pregunté y él asintió en respuesta.

Seguimos a Lucy y de repente ya no había árboles a nuestro alrededor sino abrigos y luego ya no estábamos en el bosque sino en la casa del profesor.

***

Los Pevensie y yo no dejamos de ser unidos. Edmund y yo nos volvimos amigos; seguíamos discutiendo pero solo por cosas triviales.