One-shots & Headcanons🗡️👑Edmund Pevensie x Reader

The comeback

Edmund

Han pasado unas semanas desde que volvimos a Narnia tras el accidente de trenes. Si bien todo ha sido maravilloso desde entonces, últimamente he sentido que algo falta. Prácticamente, todos estamos en Narnia, pero en Inglaterra dejé algo valioso, más bien alguien:(T/N), mi mejor amiga y novia.

Nos conocimos después de nuestra segunda visita, cuando daba inicio el período escolar. Híbamos a colegios diferentes, pero nos veíamos de lejos. Desde la primera vez se me hizo una chica interesante además de bonita. Luego me enteré de que iba en la misma clase que Lucy.Nos fuimos conociendo hasta hacernos mejores amigos.

Un día, ella fue a casa de la tía Alberta para visitarnos a Lucy y a mí, fue entonces cuando hicimos nuestra tercera visita;ella también vino y fue de gran ayuda. Después de eso nuestra amistad se fortaleció hasta el punto en el que ya era inútil ocultar lo que sentíamos por el otro.

Fueron buenos años. Iniciamos nuestra relación y acabamos nuestros estudios. Ella fue aceptada en una buena escuela en América y yo me quedaba;claro que eso dolió, pero no podía detenerla. Nos enviábamos cartas frecuentemente y estaba planeado ir a visitarla. Fue entonces cuando empezamos a tener esa sensación de que algo pasaba en Narnia. Peter y yo fuimos por los anillos a la antigua casa del profesor y entonces ocurrió el accidente.

No pude volver a verla, volver a tenerla en mis brazos y decirle que la amaba. Lo único que me queda es recordar y soñar con ello.

Me encuentro en uno de los balcones del palacio pensando en todo ésto. De repente, siento una mano posarse en mi hombro, volteo ligeramente y me doy cuenta de que es Peter.

-No te encontraba en ninguna parte.

-Aquí estoy. -dije volviendo mi vista al horizonte.

-La extrañas, ¿verdad? -preguntó Peter después de un rato.

-Sí. Supongo que Aslan sabe lo que hace.

Creo que iba a decir algo más, pero Lucy llegó corriendo a donde estamos nosotros diciendo que nos necesitan en el gran salón. Bajaba presurosa cosa que nos hizo bajar de la misma manera. Al llegar, vimos a un grupo de personas alrededor de alguien. Caspian se acerca y le coloca una toalla. Esa persona era (T/N).

La alegría y la sorpresa inundaron mi corazón de modo que no supe cómo reaccionar. (T/N) estaba ahí, mojada, pero con una sonrisa que se engrandeció al verme. Se acerca y nos abrazamos. Todos alrededor soltaron exclamaciones de sorpresa y alegría.

-Perdón, te mojé.-dijo después de unos segundos separándose.

-Descuida. No puedo creer que estés aquí.

-Lo sé, yo tampoco. Creí que estabas muerto. -dijo mientras sus ojos se cristalizaban.

-Sí-respondí suspirando y sonriendo-, es una larga historia.

Peter y el señor Tomnus se encargaron de buscar una habitación para (T/N) mientras que Lucy y yo le hacíamos preguntas y le platicábamos de nuestra última batalla.

(T/N)

Me ofrecieron un baño, el cual tomé gustosa, y me guiaron a mi cuarto. Una vez ahí, me dediqué a observarlo. Había un gran espejo con tocador, un ropero con vestidos preciosos y una cama cómoda. Después de ver todos los vestidos, decidí ponerme uno color morado.

Miré mi reflejo en el espejo y debo admitir que me veo bien. Tomé un cepillo para desenredar mi cabello y escuché que tocaron a la puerta.

-Pase. -dije y ví, por el reflejo del espejo, a Edmund entrar.

-Hola. -habló sonriente y un poco ruborizado.

-Hola.

Cerró la puerta y se quedó ahí por un momento.

-¿Puedo ayudarte? -preguntó acercándose a mí.

Asentí, tomé su mano y lo guíe a la cama, me senté en la orilla y él se quedó parado atrás de mí. Tomó el cepillo y lo pasó por mi cabello.

Mientras lo hacía, me preguntó sobre cómo llegué y le conté. Era de noche, había empezado una tormenta que a cada momento se intensificaba. Yo ya estaba acostada cuando el barco se empezó a sacudir todavía más fuerte.
De repente, el barco dió un vuelco, golpée mi cabeza y todo se volvió oscuro. Cuando abrí los ojos, estaba en lo profundo del océano, así que nadé a la superficie.

-No cabe duda-dijo Edmund trenzando un mechón de mi cabello-que Aslan te trajo aquí, a mí.

Sonreí ante sus palabras y esperé a que terminará. Edmund hizo dos trenzas que amarró atrás de mi cabeza. Cuando terminó, fui al espejo y, a decir verdad, me gustó lo que hizo.

-Gracias, Ed.

-No hay de qué.

Me giré hacia él y nos quedamos viendo. Guió su mano a mi frente y las llemas de sus dedos rozaron el lugar donde me golpée.

-Solo tienes un ligero raspón-dijo-. ¿Te duele?

-Para nada.

Puso sus dos manos en mis mejillas y terminó la distancia entre nosotros con un beso. Puse mis manos en su nuca y así nos quedamos.

-Te amo.

-Te amo. -dije pasando una mano por su cabello.

-Por cierto-dijo él tomando mi mano y acariciando el dorso con su pulgar-, Lucy hizo que se te hiciera una comida especial. Vine a avisarte, pero me distraje. -ambos reímos por aquello.

-Pues entonces, vamos. Muero de hambre.