One-shots & Headcanons🗡️👑Edmund Pevensie x Reader

My narnian love (part I)

Pedido de saspaces. Primero que nada,mil perdones por tardar una eternidad,el cerebro se me secó con mil y un cosas,pero aquí está. Espero te guste y recompense la tardanza.

Una disculpa a ustedes también por la inactividad. Han pasado muchas cosas,ha pasado mucho desde que empecé a escribir por acá y he cambiado,sin embargo sigo amando a estos personajes y sus historias y no quisiera dejar de escribir. No prometo volver con la regularidad de antes,pero sí que procuraré no tardar tanto.

Espero se encuentren bien. Gracias por seguir leyendo y apoyando. Los amo.

~❤️
_____________________________________________________

(T/N)

Ser narniano mientras gobiernan telmarinos nunca ha sido divertido. En mi corta existencia no he visto otra cosa más que a mi gente esconderse de sus conquistadores,esperar la llegada de los reyes de antaño y vivir en las profundidades del bosque. Ya que el rey telmarino y su pueblo le temen a los bosques,podemos vivir con cierta tranquilidad,pero con la amenaza de ser encontrados.

Al provenir de una madre humana y un hombre enano proveniente del norte yo también estaba en riesgo. Desde que tengo uso de razón,me he escondido con Trumpkin y Nikabrik,enanos de diferentes personalidades y proveniencias;Trumpkin era un enano rojo,con una fe dudosa acerca de Aslan y los reyes de antaño,Nikabrik era del linaje de los que pelearon con la Bruja Blanca en la batalla de Beruna.

Llgramos sobrevivir de esta manera. Nunca han pasado cosas extraordinarias,hasta una noche en la que escuchamos un fuerte estruendo. Tomamos algunas armas y salimos para ver qué pasaba. Se trataba del príncipe telmarino,al parecer,había sufrido una fuerte caída. A pocos metros de él estaba el cuerno de la reina Susan;se tenía la creencia de que se podía llamar a los reyes con soplarlo.¿Por qué tenía el cuerno?

Trumpkin y yo nos encargamos de los soldados y Nikabrik del príncipe. Sin embargo,los soldados pudieron capturarnos a mí y a Trumpkin. Nos tomaron a la fuerza,nos ataron las manos y nos pusieron en una celda,esperando a que diera el amanecer para mostrarnos ante una junta que tenía el rey.

En la mañana,nos sacaron de la celda y nos llevaron a donde se llevaría a cabo una junta. Los telamrinos nos veían despectivamente.

–Se les olvida,señores míos, que Narnia fue una vez una tierra salvaje,feroces criaturas la merodeaban. Nuestros ancestros sacrificaron sus vidas para exterminar a estos monstruos. O eso creyeron. Mientras perdíamos el tiempo discutiendo entre nosotros,ellos como cucarachas se reprodujeron,creciendo fuertes,vigilándonos, esperando para atacar.

El golpe que en ese momento me dio el rey fue tan fuerte que me quitó la mordaza.

–Y se preguntan por qué los odiamos.–hablé.

–Así que ahora yo intento atacar también aunque deba destruir el bosque. Les aseguro que hallaré al príncipe Caspian y terminaré lo que nuestros ancestros comenzaron.

Nos subieron a unos botes y los soldados remaron hasta estar muy lejos del castillo. Tenía miedo,pero también me sentía enojada por toda esta situación.

–Aquí está bien.‐dijo uno de los soldados y el pánico me inundó.

Estaban a punto de echarnos cuando una flecha da contra el bote. En la orilla había cuatro muchachos,dos chicos y dos chicas,una de ellas apuntaba con su arco hacia los soldados.

–¡Libérenlos!

Dicho y echo,los soldados nos soltaron al agua sin más. Vi que ambos cayeron después,pero solo uno estaba herido. Uno de los chicos me ayudó a salir,me ayudó a caminar hasta la orilla y una de las chicas,la más joven,me quitó las cuerdas de mis pies,manos y boca.