The cook and the king

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(F/F) :flor favorita.
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Narrador omnisciente

Cuando los hijos de Adán y las hijas de Eva entraron en funciones como reyes y reinas, la familia (T/A) se entregaron de lleno a la familia real a través de la cocina, así como otros se involucraron en otras labores.

Las reinas Susan y Lucy se metían de vez en cuando en la cocina–los chicos rara vez se acercaban–ganándose la carisma y cariño de los cocineros.

El tiempo pasó y la señora (T/A) tuvo que dejar su trabajo por cuestiones de salud. Mandó a su hija, (T/N), a cubrir su lugar. Las reinas y ella se hicieron amigas.

Un día, los cuatro hermanos quedaron embelesados con la comida que habían degustado. Lucy les comentó a sus hermanos que (T/N) estaba a cargo de la cocina ese día.

–¿Quién es ella? –preguntó Edmund.

–La hija de la señora (T/A).

Edmund la recordaba vagamente. La había visto tomando un pastelillo de la mesa de banquetes hace mucho tiempo, vió cómo recibía un regaño de parte de su madre, pero de todas formas se lo había comido a escondidas. Aquello había hecho reír al muchacho. La recordaba como alguien adorable.

Después de comer, Edmund fue a la cocina para buscar a (T/N). Quería agradecerle por su trabajo, o eso usó como excusa.

Todos se sorprendieron al ver a uno de los reyes ahí–aunque trataban de enfocarse en sus labores–, en especial cuando el joven rey preguntó por
(T/N).

La joven atendió completamente tímida y aterrada. Al verla, Edmund no pudo evitar pensar que era linda;se sintió nervioso al instante.

–Solo quería decir–las palabras se atoraban en su garganta, sus piernas temblaban y sus manos sudaban–...gracias por la comida. Cocinas bien. Heredaste el sazón de tu madre.

La joven sonrió tímidamente haciendo que el muchacho se sintiera aún más nervioso.

–Gracias, Majestad.

–Por cierto, ¿cómo está tu madre?

–Los médicos dicen que se está recuperando, lo cual es bueno, pero aún necesita reposo.

El muchacho quería decir algo más, pero no lograba encontrar las palabras adecuadas. El silencio empezó a tornarse incómodo y ambos jóvenes rieron de manera nerviosa.

–Bueno, tengo que irme–dijo Edmund pasando una mano por su cabello –. Adiós. –se despidió sacudiendo rápida y extrañamente su mano.

–Adiós.

Por alguna razón, Edmund había caminado hacia atrás dirigiéndose a la salida por lo que no vió el escalón detrás suyo. Tropezó y cayó de sentón provocando que (T/N) riera. Escucharla reír hizo que Edmund esbozara una sonrisa porque, aunque por muy tonta que haya sido la situación, él fue el motivo de ese agradable sonido.

***

Al finalizar el día, (T/N) se escabullía a la biblioteca. Últimamente estaba leyendo una historia en donde los protagonistas vivían grandes aventuras en un mundo redondo. Usaba una lámpara de gas la cual alumbraba lo suficiente como para no forzar la vista.

De repente escuchó la puerta abrirse y tuvo miedo. Se paró de golpe y cerró su libro, pero no esperaba encontrarse con el rey Edmund, quien también cargaba una lámpara de gas.

One-shots & Headcanons🗡️👑Edmund Pevensie x ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora