One-shots & Headcanons🗡️👑Edmund Pevensie x Reader

Tell her you love her (part I)

Edmund

El día de hoy fue mi boda y para nada fue como lo imaginé. Se trata de un matrimonio arreglado para tener una alianza con Terebinthia;me he casado con su princesa, (T/N).

No voy a mentir, es una chica agradable, aunque no habla mucho. Tal vez esté incómoda, no la culpo, yo tampoco me sentiría bien en una tierra extraña, con gente extraña, con temor al futuro.

Después de la fiesta, la acompañé a nuestra habitación. Ella admiraba cada detalle de la habitación y yo, dentro de mí, esperaba que le gustase y empezara a sentirse mejor.

-Me agrada. -dijo sonriendo ligeramente, lo cual me hizo sentir aliviado.

Se sentó en la orilla de la cama y yo me quedé frente a ella, a una distancia prudente. Ahora que no hay nadie alrededor y no tiene ningún velo que la tapase, puedo darme cuenta de lo hermosa que es. No sé por cuánto tiempo estuve pensando es ello, pero de repente el silencio se volvió incómodo.

-Me quedaré en este lado de la habitación-dije-para darte espacio mientras te cambias.

-De acuerdo. -respondió, tomó su ropa para cambiarse y se fue.

Al estar ya cambiados, nos sentamos y recargamos en el respaldo. Al principio nadie decía nada, hasta que decidí empezar una conversación. Era tímida al inicio, pero poco a poco entró en confianza.

Me empezó a hablar sobre su tierra, su familia y las cosas que solía hacer ahí. La escuché con atención. De repente se detiene y me mira a los ojos. Hago a un lado un mechón de su cabello y lo coloco atrás de su oreja.

-Eres hermosa.

Sonríe tímidamente, baja la mirada y sonríe.

-Gracias, Majestad.

-Por favor no me digas así, solo Edmund está bien.

-Ok.

Día 1

Desperté y no ví a (T/N) a mi lado. Me levanté, me bañé, me vestí y salí de la habitación. En el pasillo me encontré a Peter.

-Buenos días, Ed.

-Buenos días, Pet. ¿De casualidad has visto a (T/N) por aquí?

-Está en la cocina con las chicas. Parecen llevarse bien-me asombré por su respuesta y, antes de que pudiera avanzar, Peter puso su mano en mi hombro -. Edmund, sé que ésto es difícil, pero anímte;tal vez algo bueno salga de la situación.

-Eso espero.

Bajamos al comedor y minutos después llegaron llegaron las chicas sirviendo el desayuno. Casi todo era lo mismo que solíamos desayunar, pero con una apariencia diferente.

-Así se sirve en Terebinthia -dijo Lucy-. (T/N) nos enseñó a hacerlo.

-Pues tiene buena pinta. -comentó Peter.

-Espero haberlo hecho bien. -dijo (T/N).

-Yo creo que sí. -dije haciéndole sonreír.

Día 6

(T/N)

En estos días me he sentido más cómoda. Peter es amable y confiable, me he hecho amiga de Susan y Lucy
y Edmund es bueno conmigo, es respetuoso, amable y cabelloroso;trata de estar conmigo el mayor tiempo posible o de lo contrario pregunta por mí ubicación o bienestar. Poco a poco le voy tomando cariño.

Me encuentro en uno de los pasillos caminando junto con Susan con toallas, una jarra con agua y vasos. Peter y Edmund se encuentran practicando con sus espadas.

Nos acercamos a donde estaban y veía cómo Edmund maniobra a con la espada. La práctica terminó y, al vernos, se acercaron. Le extendí una toalla a Edmund, se secó la cara y le extendí el vaso de agua del cual tomó un gran trago.

-Fue una buena práctica-comenté-, al menos lo que pude ver.

-Gracias-respondió asombrado-. Y eso que no me has visto en un combate de verdad.

Reí por su respuesta y al momento se sonrojó.

Día 20

Edmund y yo fuimos a dar un paseo en caballo por el bosque. Más tarde, nos detuvimos en algún punto muy lejos del palacio. Nos bajamos de los caballos y los dejamos, eran caballos parlantes así que no habría problema de que se escaparan. Caminé un poco y me dí cuenta de que estábamos en una especie de colina y abajo corría un vado.

Antes de venir a Narnia, leí sobre su historia y geografía, también había escuchado cómo los cuatro reyes libraron su primera batalla antes de ser coronados, así que pude darme cuenta del lugar donde estábamos.

-Estamos en Beruna, ¿verdad? -le pregunté.

-Así es.

-Wow. -suspiré sorprendida. Luego recordé el hecho casi heroico que hizo Edmund-. Fue grandioso lo que hiciste.

-Hize lo que tenía que hacer, no fue gran cosa. -dijo encojiéndose de hombros y bajando la mirada.

-Claro que sí. Enmendaste tu error y enfrentaste a la bruja blanca, fue algo digno de admirar. En cambio, yo no he hecho nada.

-No digas eso-dijo tomándome de los hombros y poniéndome cara a cara con él-. Renunciaste a tu cargo y a tu título para aceptar una negociación por el bien de tu pueblo. Eso también es digno de admirar.

Sonreí y nos quedamos viendo. Veía su rostro, sus ojos y su oscuro cabello. Pensé en lo atentó que ha sido conmigo desde el primer día, en su amabilidad y nobleza. En ningún momento se comportó con superioridad, me escucha y hace lo posible para hacerme sentir bien.

Poco a poco se ha ido ganando mi corazón, pero tengo miedo de decirle lo que siento. Un momento. Es mi esposo, tiene que saberlo. Respiré profundamente, ignorando mis nervios, y se lo dije.

-Te amo, Edmund.

Sonríe ante mi confesión, se acerca y besa mi frente.

-Y yo a ti, mi Reina.