¿Por qué... tenías que cambiar? (Kaneki x Touka)

Danza de rojo y negro

Ya ha pasado una semana desde el regreso de Ken, quien se ha dedicado a traer comida y hacer otra clase de encargos para Anteiku. Debido a que el CCG lo busca no puede volver a trabajar de camarero, y el hecho de que casi siempre está en el exterior haciendo lo que se le encarga deja muy poco tiempo para que él y Touka interactúen, y incluso en esas ocasiones, intercambian apenas unas pocas palabras debido a que ambos están ocupados. 

La noche del viernes Kaneki por fin no tuvo que hacer nada, y Touka estaba libre, así que ambos se sentaron a tomar un café y hablar.

Touka POV 

Estaba sentada en una de las mesas al lado de la ventana observando el cielo nocturno, con una taza de café en la mano. Kaneki llegó con su taza y se sentó. Es primera vez desde que hablamos en la pasarela que podemos tener una conversación normal. 

- ¿Cómo está tu café, Touka?

- Está muy bueno, veo que no olvidaste como hacer un buen café

- Gracias... antes estabas muy concentrada mirando por la ventana, así que me demoré un poco más en traerte el café... te veías muy calmada.

- Tan solo estaba relajándome un momento... sabes, he notado un cambio en tí.

- ¿Además del cabello blanco? - el decirlo con tono burlón causa que ría.

- Además... ya no te ves tan tímido como antes. 

- Bueno... he tenido que cambiar mucho para mantenerme con vida. No podía seguir siendo tan tímido si quería convencer a personas de colaborar conmigo. ¿Y qué hay de tí?, antes eras un poco más fría.

- Solo soy fría con la gente que apenas conozco, o que no sabe hacer nada... 

- ¿Osea que antes no sabía hacer nada? - otra vez ese tono burlón

- Uugh, tu sabes que... tu eras especial - le respondo con otro tono burlón

Así seguimos por aproximadamente 2 horas mas, hablando y riendo juntos, ni siquiera antes de que el se fuera habíamos pasado un tiempo así. Fue muy divertido.

Al día siguiente

- Touka - el jefe me llama mientras ordeno tazas.

- ¿Si, jefe?

- ¿Puedes acompañar a Kaneki a comprar más granos de café?, tiene que traer varios, y va a necesitar a alguien que lo ayude. Y... no voy a enviar a Roma - comienza a susurrar- ambos sabemos que es algo torpe.

- Uh... bueno...

- Excelente, ponte ropa cómoda, nuestro proveedor habitual no pudo abrir hoy, así que tendrán que hacer un viaje algo más largo.

Salimos de la tienda cuando el sol estaba en lo más alto, y veníamos de vuelta cuando ya estaba anocheciendo, cargados con bolsas.

- Ese lugar estaba más lejos de lo que pensé... estoy cansada - en cambio, él no se veía cansado para nada - ¿acaso tú no estás cansado?

- Ya estoy acostumbrado... además, ya falta poco, resiste.

- Vas a tener que cargarme de vuelta

- Tal vez te deje por ahí mientras voy a dejar las bolsas y luego vuelvo

- Debes organizar mejor tus prioridades 

Estar con él se sentía muy bien, pero al mismo tiempo no podía dejar de pensar en que aquella vez en la pasarela no le dije lo que sentía. Es muy difícil encontrar el momento apropiado.