Touka POV
Las últimas dos semanas de aquel mes fueron las más tensas de mi vida. Aquella noche, en el distrito veinte, Ken Kaneki, la persona que amo, arriesgó su seguridad por mí.
En el encuentro con el investigador en el oscuro y frío callejón, él se cruzó frente a los ataques dirigidos hacia mi. Recibió el daño, y logró hacer que el segador de la CCG retrocediera. El esfuerzo y las heridas lo dejaron inconsciente, pero, en vez de ser un desmayo normal, el no despertó. Seguía vivo, pero estaba en un estado de sueño muy profundo. Sus lesiones menores sanaron, pero el daño mayor no se iba. Todos los días cambiaba sus vendas, que amanecían empapadas de sangre.
La primera noche se me fue imposible dormir. Estuve sentada al lado de Ken, sin querer apartarme de él. Tenía mucho miedo de que fuese a dejar de respirar, de que... muriera.
Los siguientes días recibí noticias de las personas de Anteiku. Tanto el jefe, como Koma e Irimi desaparecieron. Hinami estaba en casa de Yomo, y no pude verla hasta una semana después. Ella fue mi soporte durante los días de lamento y miedo. Al mismo tiempo me ayudaba con sus cuidados, incluso desvelándose junto a él para que yo pudiese dormir tranquila. Ella parecía cada vez más madura. Me sentía mal, porque pensaba que el agobiarla con tanta responsabilidad estaba quitándole los momentos para seguir siendo una niña. A pesar de que intenté que se relajase un poco, ella insistió. De verdad que estoy muy agradecida con ella.
Los días que él seguía inconsciente, estuvo en nuestra cama. Yo, por miedo a hacerle daño mientras dormía, me quedé en una habitación aparte. Fueron noches frías y solitarias, era muy extraño y triste el no sentir su presencia junto a mi. Al dormir tenía pesadillas que se hacían peores mientras el tiempo pasaba. En ellas, Kaneki se alejaba de mi lentamente, sin poder alcanzarlo. En otras, habían horribles imágenes de muerte, relacionadas con él. Dormir era una tortura, llegando al punto en que ya no quería ni acercarme a mi dormitorio.
A veces su respiración se volvía agitada, y otras veces parecía que le costaba mucho. En ambos casos, me angustiaba demasiado y no le quitaba los ojos de encima.
Muchas veces me preguntaba, si él estaba soñando, si tal vez no tenía idea de que estaba en un mundo onírico. Me gustaba pensar que él veía una realidad donde los dos estamos viviendo felizmente en nuestro hogar. Era una forma de relajarme un poco y liberar el estrés.
Cuando no había nada que hacer pensaba en qué le diría cuando despertase. Cómo le agradecería que arriesgase su vida por mí. Conociéndolo, no le daría mucha importancia, y trataría de que no me preocupe tanto por él. Tenía tantas cosas para decirle; cuanto lo amaba, que Hinami estaba bien, y...
De su futuro hijo... o hija.
Yo estaba embarazada, lo descubrí unos días después de que él entrase en ese estado de inconsciencia. Ya que apenas iban unos días, no podía saber el sexo del bebé. Pero eso no importaba, era más relevante el que seríamos padres. Estaba ansiosa por que Ken despertara para poder contarle. Todo el tiempo pensaba en cómo se lo diría. También me preguntaba si lo tomaría bien o mal, aunque, no creía que él fuese del tipo de persona que lo tome mal.
Probablemente no estaría pensando esas cosas si no fuese porque, aquella noche, la quinque que se me fue arrojada por el investigador me dió en el brazo. Si hubiese sido en el vientre, seguramente no me habría enterado de que iba a ser madre.
El día que se cumplían dos semanas desde el ataque a Anteiku, mi vida se fue abajo.
La mañana del último día de invierno amaneció bastante agradable. El sol que me daba en la cara a través de la ventana me despertó, siendo cerca de las 7 AM. Lo primero que hice fue cambiar las vendas de Kaneki, como todos los días. Acto seguido me preparé un café y lo tomé mientras veía la televisión. Durante la primera semana gran parte de las programación eran noticias sobre el ataque de la CCG, pero en este punto ya eran tan solo listas de cuerpos encontrados y investigadores desaparecidos. La mayoría de canales daban sus series habituales. Al mediodía, Hinami llegó a la casa. Pasamos la tarde en el jardín, jugando y mirando el cielo. Fue una de las pocas ocasiones en el doloroso periodo de dos semanas en donde sonreí.
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¿Por qué... tenías que cambiar? (Kaneki x Touka)
FanfictionKaneki Ken ha cambiado. Torturado, destrozado física y mentalmente, el inofensivo empleado de Anteiku ha dejado atrás su antigua forma de ser. Aún asi, para Kirishima Touka, el chico que ella conoció sigue ahí. Pero el anhelado reencuentro solo le...