02 Parte 07

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Puesto que había reconocido a su sobrina en una vida anterior, le pregunté
impulsivamente si yo estaba presente en alguna de sus existencias. Sentía curiosidad
por conocer mi papel, si acaso lo tenía, en sus recuerdos. Me respondió con prontitud,
en contraste con las evocaciones anteriores, muy lentas y pausadas.
—Tú eres mi maestro; estás sentado en un saliente de roca. Nos enseñas con libros.
Eres anciano, de pelo gris. Usas un vestido blanco (una toga) con bordes dorados... Tú
te llamas Diógenes. Nos enseñas símbolos, triángulos. Eres realmente muy sabio, pero
yo no comprendo. El año es 1568 a. de C.
(La fecha era aproximadamente mil doscientos años anterior al famoso Diógenes,
filósofo cínico de Grecia. El nombre no era muy insólito.)
La primera sesión había terminado. Le sucederían otras aún más asombrosas.
* * *
Cuando Catherine se hubo ido, y durante varios días más, reflexioné mucho en los
detalles de la regresión hipnótica. Reflexionar es natural en mí. Muy pocos de los
detalles que emergieran de una hora de terapia, incluso de las «normales», escapaban
a mi obsesivo análisis mental, y esa sesión difícilmente podía considerarse «normal».
Por añadidura, era muy escéptico con respecto a la vida después de la muerte, la
reencarnación, las experiencias de abandono del cuerpo y los fenómenos de ese tipo.
Después de todo, según pensaba la parte lógica de mi persona, eso podía ser fantasía
de Catherine. En realidad, me sería imposible demostrar la veracidad de sus
aseveraciones o visualizaciones. Pero yo también tenía conciencia, aunque mucho más
difusa, de un pensamiento menos emocional. «Mantén la mente abierta —me decía ese
pensamiento—, la verdadera ciencia comienza por la observación.» Sus «recuerdos»
podían no ser fantasías ni imaginación. Podía haber algo más de lo que estaba a la
vista... o al alcance de cualquier otro sentido. «Mantén la mente abierta. Consigue más
datos.» Otro pensamiento me importunaba. Catherine, tan propensa a temores y
ansiedades desde siempre, ¿no tendría demasiado miedo de volver a someterse a la
hipnosis? Resolví no llamarla. Que ella también digiriera la experiencia. Esperaría a la
semana siguiente

muchas vidas muchos maestros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora