Capitulo 6

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Off estaba volviendo loco a Gun. Sus bolas se iban a caer antes de que se aparearan. A diferencia del león, Gun no había podido relajarse.

Recordando no más la escena, el pene de Gun se puso duro de nuevo. Maldita sea, el hombre era sexy. Frunciendo el ceño, Gun consideraba si realmente quería aparearse con el enorme gato. No había duda que entre los dos había atracción, ¿pero era algo pasajero o sería algo más duradero?

Gun tenía un montón de experiencia con el primer tipo y ninguna con el segundo. Negando con la cabeza, decidió que después de hornear iba a hacer algo más fácil, tal vez encontrar una solución a un teorema sin solución o lograr la paz en el mundo.

La pasta de cuero del desgastado libro de cocina de su abuela lo calmó mientras estaba ahí de pie en el centro de la gran cocina. Sintiendo el azulejo fresco bajo sus pies, su piel suavemente se calentaba, mientras hojeaba el libro. La letra de su abuela le trajo recuerdos felices de su infancia al recordar el amor que le había dado desde el día en que nació. Tres años después de su muerte aún la extrañaba y a su sensato enfoque frente a la vida.

Escogiendo la siguiente receta que aun no había intentado, Gun hizo una rápida inspección en la cocina de los leones que sorprendentemente estaba bien surtida y se puso a trabajar. Después de pasar un rato, metódicamente midiendo, cortando y mezclando, su cabeza estaba más clara y su corazón mucho más tranquilo en su pecho. Gun decidió que iba a intentar que las cosas funcionaran entre él y Off y si así no fuera, él podría regresar con su familia. Ayudaba tener opciones y un hermano comprensivo.

Una hora más tarde estaba retirando del horno cuatro hornadas de brownies de doble chocolate con nuez.

Los leones, quienes no horneaban tenían un conjunto de hornos dobles.

¿Quién sabe? Pero tenía la sensación de que los leones nunca los utilizaban.

—Eso huele bien. —El hombre que había interrumpido su acoplamiento con Off, se instaló con cautela en el otro lado del desayunador.

Gun miró al cambiaformas-león mientras llenaba el lavaplatos con las bandejas sucias. Odiaba dejar los platos sucios.

—Escucha, hombre. Yo no sabía que estabas haciendo una cosa sexual de lobo. Escuché a mi Alfa gritar. No puedo ir en contra de mis instintos.

Gun asintió con la cabeza pero no habló. Sin embargo, él puso un brownie gigante en un bol, le añadió una cucharada de helado de vainilla gourmet que había encontrado en la parte trasera de la nevera y lo cubrió todo con la crema batida.

—Aquí tienes.

—Ooh. He sido perdonado —dijo Tay en un tono monótono. Después de un bocado el hombre comenzó a hacer ruidos de placer.

Gun se preguntaba si el hombre no estaba recibiendo suficiente sexo, por que un simple postre lo había puesto en una especie de éxtasis.

—Puedes hacerme Brownies de chocolate cuando quieras —dijo Tay, lamiendo la cuchara.

El teléfono celular de Gun vibró en su bolsillo, sorprendentemente se le había olvidado que estaba allí.

—Hola.

—¿Cómo estás?— Dijo la voz de White por el teléfono.

—Estoy haciendo brownies de chocolate.

—Mierda. Lamento oír eso. Piensa que sólo te quedan cinco meses y veintinueve días. —Hubo una pausa en la línea y Gun supo que su hermano no solo llamó para ver cómo estaba.

Compañero GATUNO [Finalizado] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora