¡No Somos "Limelights"!✅

Capítulo 11

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«… These girls!...»

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CORBYN

–¿Y qué les parece una pizza?– río mientras los otros abuchean a Jack.

Detengo el auto en un semáforo y veo las reacciones de Jonah y Daniel por el espejo retrovisor, escuchando la pequeña risa de Jack en el asiento del copiloto.

–Ayer comimos pizza.

–Ésta mañana comimos pizza.

Dicen Jonah y Daniel al unísono.

–Yo opino que pidamos una pizza– escucho un golpe seco seguido por el quejido de Zach, mientras pongo en marcha el auto cuando da verde –. ¡Oye, la cara no!– chilla.

–Ya, chicos, cuando lleguemos al estudio vemos.– intervengo yo.

–Corbyn, hermano, si votas por la pizza, considérate despedido como conductor.– observo la sonrisa de Daniel por el espejo un segundo antes de volver la vista a la calle.

Y aquí vamos de nuevo…

–No lo escuches– susurra Zach colocándose en el medio del asiento del copiloto y del conductor –. Si votas por la pizza, serás el conductor por los próximos tres meses, ¿qué te parece?

Qué bien se siente tener la última palabra.

Ni dos segundos pasaron de que Zach propusiera aquello, que los cuatro se pusieron a discutir nuevamente.

–¿Qué es eso?– pregunta Jack confundido, aparco el auto frente a la entrada del estudio y le echo una ojeada al lugar donde Robert señala.

–Yo no veo nada.– digo extrañado.

–Solo intenta distraernos para que pueda pedir la bendita pizza, no lo escuches.– asegura Daniel, abriendo la puerta y saliendo del vehículo, los chicos y yo imitamos su acción y presiono el botón de la alarma del auto para luego guardar las llaves en el bolsillo de mi chaqueta.

–Eso no es cierto. Juro que ví algo.– desmiente él.

–¿Tenía forma de pizza?– bromea Zach, recibiendo un empujón de parte de Jack.

–Que no, en la ventana del segundo piso yo...

–No caeremos.– sonríe Jonah.

Nos burlamos de él hasta ingresar al estudio, extrañamente oscuro.

–Agh, le dije a Declan que no apagara las luces.– maldice Jonah, buscando el interruptor.

–¿Estás seguro de que le avisaste que vendríamos?– cuestiono.

–Claro que sí, se lo dije ésta mañana.

Me muevo con cuidado por la sala, pero hago un mal paso y tropiezo chocando contra un escritorio de metal, el cual emite un chirrido molesto y que abarca todo el lugar.

–¿Qué fue eso?– susurra Zach, sonrío malvado y vuelvo a mover el escritorio, ésta vez adrede –. ¡¿Oyeron eso?!– no aguanto más y comienzo a reír a carcajadas.

–Eres un maldito, Corbyn, casi se me tira encima el cagón éste.– se burla Daniel riendo.

–Sí, ríanse nomás.– gruñe Zach.

–No seas dramático, anda.– vuelvo a reír imaginándome la cara que habrá puesto.

–¡¿Qué demonios?!– dejo de reír y frunzo el ceño, caminando hasta donde está Jonah –. Los interruptores no funcionan. No hay luz, chicos.– explica bufando.