¡No Somos "Limelights"!✅

Capítulo 27

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«… The way you look at me...»

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DANIEL

Frunzo el ceño extrañado al ver entrar a Jonah a la sala con cara de pocos amigos, y arqueo una ceja al ver entrar a Sam unos minutos después con la mirada perdida y el rostro rojo.

–Daniel.

Giro el rostro en dirección a Judi, y noto su sonrisa de oreja a oreja, una sonrisa que me desconcentra unos segundos.

–¿Sí?

–No me has respondido.– arquea una ceja y se cruza de brazos.

–No escuché la pregunta, perdón.– río nervioso, y no puedo evitar percatarme de su mirada perdida en mis labios durante una milésima de segundos.

¿Será por mis dientes, o mi boca en sí? Lo averiguaré...

–Pregunté si podía quedarme aquí mientras ustedes van por las cosas– se deja caer en el sofá y suelta un suspiro –. No tengo ganas de empacar aún, luego veré cómo traigo mis cosas.

–Tengo una idea mejor.– sonrío de lado, hace un ademán con la mano para que continúe pero, en lugar de decírselo a ella, doy media vuelta sobre mis talones y busco a Jack.

–¡Jaaack!– prefiero gritar que recorrer toda la casa en su búsqueda.

–¡Vas a pagar por ésto, Jack Robert Avery!– oigo el grito de Zach desde la cocina, por lo que me dirijo a ese lugar.

–¿Qué suce…?– no logro terminar la frase, pues un ataque de risa me lo impide al ver la escena frente a mí.

Zach está tirado en el piso con la mano sobre su pecho, mientras respira de manera agitada, mientras que Jack está tirado del otro lado de la habitación con la mano sobre su estómago riendo descontroladamente, no me es difícil adivinar que él asustó al menor del grupo con una máscara de Chucky. Pues sí, digamos que quedó medio traumado con eso luego de la broma que las chicas nos gastaron aquella vez… No es el único, a veces todavía veo algunas manchas de pintura en mis brazos, y Jonah jura que todavía puede oler el repugnante olor que aquel líquido había dejado sobre él al caerle encima.

En fin, dudo mucho olvidar esos acontecimientos algún día, al igual que todo el grupo.

–¡Dejen de burlarse!– chilla Zach, pero obviamente lo ignoramos y seguimos riendo como si el aire estuviera contaminado con gas de la risa.

–Ya no se burlen...– interviene Corbyn, apareciendo detrás mío.

–Graci…

–… espérenme a mí, pues.– y sin más, también comienza a reír, interrumpiendo el agradecimiento de Zach.

–Me voy donde sí me respeten.– gruñe ofendido, levantándose lentamente del suelo.

–¿Y dónde sería eso?– Zach frunce los labios ante la pregunta burlona de Jack y sale de la cocina con el mentón elevado y paso firme, lo cual solo logra hacernos reír más.

Corbyn sale detrás de él negando con la cabeza, mientras nosotros dos tratamos de calmarnos.

–¿Para qué me buscabas, hermano?

–Éste… quiero pedirte un favor.

–Habla.

–¿Distraes a todos unos minutos cuando salgan? Voy a necesitar que se mantengan lejos de la casa durante un buen tiempo, ¿lo harías?