Capítulo 26

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«… I got chills when you walk. Chills when you talk. Chills everytime you say my name...»

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Jonah echa una ojeada alrededor nuestro y, tanto él como yo, notamos que la atención de todos está puesta en nuestra conversación.

¿Y cómo no iban a estar interesadas mis amigas en lo que el chico de ojos azules, barra, grises, acaba de confesar?

–Ven.– me sujeta de la muñeca y comienza a jalarme hacia la salida al patio trasero sin hacerme daño alguno.

Intento ignorar el hecho de que una corriente eléctrica me atraviesa el brazo desde la parte que él sujeta, hasta mi hombro.

–¿Qué quisiste decir, Jonah?– pregunto una vez estamos afuera, cruzándome de brazos.

Él desvía la mirada y comienza a patear unas cuantas piedritas en el suelo.

–Ya sabes lo de tu amigo Ash– noto cierto tono de molestia al decir las últimas tres palabras –; trabajó muchas veces con nosotros de seguridad en algunos conciertos.

–Sí, ¿y?– frunzo el ceño al no comprender su punto.

¿Qué tiene que ver Ash en todo ésto?

–Muchas veces se quedaba con nosotros en nuestro camerino, más en plan de amigos que de guardia de seguridad o algo así.– tensa la mandíbula.

–Ajá.

–El punto es que– suspira –, en más de una ocasión, recibía llamadas de su hermano o de sus amigos… de tí, más que nada.– abro los ojos exageradamente.

Así que ahí estaba Ash cuando me contestaba; con la banda psicópata.

Sí, admito que antes hablaba prácticamente todos los días con Ash, fue durante los primeros meses en que se había ido de Los Angeles para trabajar. Era mi mejor amigo, pensé que hablando todos los días por teléfono o por videollamada lo nuestro seguiría como siempre, pero al cabo de unos tres o cuatro meses, Ash y yo nos comenzamos a apartar, no hasta el punto de ya no hablar, solo que las conversaciones pasaban de ser de una hora cada dos días, a ser de diez minutos cada semana. Si bien no perdimos el contacto, ya no fue lo mismo.

–Entonces... Ash trabajó con ustedes durante sus primeros meses dentro de la empresa de seguridad– vuelvo a fruncir el ceño, mirándolo –. ¿Por qué contratar a alguien prácticamente sin experiencia? Digo, no es que no me alegre el que Ash haya conseguido trabajo tan pronto, solo que me parece extraño que se encargue de la seguridad de un grupo musical tan famoso… Bueno, ni tanto, mis amigas y yo no los conocíamos…– hago una mueca, ríe asintiendo.

–Está bien, ahora ya nos conocen– se encoge de hombros, ruedo los ojos divertida –. Nuestro jefe de seguridad era nada más y nada menos que el mismísimo padre de Ash; Cooper Torrance.– le quedo viendo boquiabierta.

Por alguna extraña y loca razón, la imagen de Pan De Canela, de la serie "Hora De Aventura", gritando "¡Conspiración!" me viene a la mente.

Debo alejarme de Tiago y sus programas de televisión.

–En simples y resumidas palabras– comienzo a decir luego de pensar unos segundos en lo que dijo, él me hace un gesto de que continúe y así lo hago; –, Ash trabaja para ustedes porque su padre habló por él, ¿me equivoco?

¡No Somos "Limelights"!✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora