십팔

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     Jungsoo suspira, aburrida y cansada pero, sobre todo, confundida.

3 + 5 - 1 sería...

—Si tengo tres... —susurra para sí misma, mostrando dos dedos— Y pongo... Cinco —intenta sacar tal cantidad, pero sin querer saca un dedo demás— Y quito... Uno... —saca otro y los queda mirando, su ceño se frunce enseguida— ¿Sie... te? Aish —se rinde, deja caer las palmas sobre la mesa junto a su cabeza y se retracta en lo que siente el golpe en su frente— ¡Au, au, au! —chilla bajito, sobándose con su palma.

El alarido despierta a Jisoo. La menor se sienta en la cama y se restriega un ojo con su puño, queriendo saber por qué su hermana está despierta si es tan tarde.

Jungsoo tiene la luz de su lámpara encendida y está sentada en la mesa en donde usualmente hacen sus asignaciones escolares, dándole la espalda a ambas camas en medio de toda la oscuridad. Con mucho cuidado Jisoo baja de su cama, arrastrando a Puki consigo y se acerca lentamente hasta donde está la mayor.

— ¿Unnie? —pregunta con ojos pequeños y curiosos, asustando a Jungsoo.

— ¡Jisoo-ah, shhh! —posa el índice sobre sus labios, Jisoo frunce el ceño pero termina por subirse a la silla de al lado.

— ¿Qué haces?

—La tarea —murmura perezosamente, aguantando un bostezo.

Obligándose a no caer dormida, Jisoo se inclina para ver el cuaderno de la mayor.

— ¿T-tarea? Pero es de noche... Padre tá dormido y Yoogi oppa no ss-tá aquí y... Padre dijo que dumiéramos.

—Ya sé, quería sorprender a papi... —vuelve a suspirar con tristeza y luchando contra el sueño tanto como su hermana— Pero no me sale.

—Oh... —la menor pestañea. Su semblante somnoliento decae— Yo le hice u ribujo a padre tamben. Dijo que taba bonito, pero... no se lió poque le puse cabello azul poque se me perió el negruo.

La pequeña baja los hombros ante el recuerdo, sacando su característico puchero.

Estos días han estado súper aburridos, pero ambas se dieron cuenta de dos cosas muy pero muy extrañas. Bueno, tres, pero esa sí que es extraña.

La primera es que papá está triste.

No saben por qué, pero ya no se ríe como antes ni les trae panes dulces y lee muchos papeles y se queda dormido encima de ellos. Eso fue al principio, pero nada de eso les afirmó que papá está triste, sino el hecho de que ahora llora. Cuando preguntan, él les dice que es porque tiene alergias o estuvo cortando cebollas, lo que tiene que ser mentira porque, en las noches cuando se escabullen hasta su cama, papá también llora y no está cortando cebollas ni estornudando.

Eso lo notó Jungsoo e intentó explicárselo a su hermana menor, y aunque ésta no entendiera mucho a lo que su unnie se refería, sabe lo que estar "triste" significa. Padre se lo explicó cuando el perrito de Chae, su vecina, murió. A Jisoo definitivamente no le gusta estar triste.

La segunda cosa, es que Yoongi oppa no está, algo que es en verdad extraño porque Yoongi oppa siempre está.

Eso lo notó Jisoo, cuando hace unas noches no podía dormir y lo buscó para que le preparara leche caliente como la otra vez y no lo encontró.

No tuvo que decir mucho para que Jungsoo se diera cuenta también.

Yoongi oppa es como su mejor amigo, no le dice a papá cuando las captura tomando galletas sin permiso y las llena de tantos besos, cosquillas y abrazos como éste.

Si Yoongi oppa estuviese aquí, todo sería más fácil.

Las ayudaría con sus difíciles tareas y a alcanzar los lugares que ellas no pueden, jugaría con Jisoo cuando padre y Jungsoo unnie no pudiesen o traería a Holly y lo verían hacer trucos toooda la tarde. Eso les da mucha risa.

two little surprises ; yoonjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora