Yoongi sonríe al señor que toma su pastel y procede a atender al siguiente cliente. Hoseok alza una ceja, ¿está de buen humor? No debería sorprenderle eso. Siempre supo que Yoongi tiene un lado cariñoso y amable y que no es serio todo el tiempo, todos pueden ser así.De cualquier manera, sea un día bueno o malo; siempre tienes que ser amable con el cliente si quieres mantener tu trabajo.
— ¿Estás bien? —pregunta Yoongi cuando captura a su compañero mirándolo por mucho tiempo, sonriéndole de vuelta.
— ¿Sí? —el pelirrojo deja salir una risita— Pareces estar de buen humor hoy.
Yoongi resopla una risa.
— ¿Por qué no estaría de buen humor, Hobi? —pregunta, Hoseok se encoge de hombros, sonriendo todo el tiempo como es él.
—Sólo me alegro, hyung —palmea el hombro de su compañero y procede a atender a la clientela también—. ¿Hay alguna razón en particular?
Yoongi está por contestar cuando se gira e inmediatamente se calla, presionando los labios, como en una sonrisa forzada. Hoseok lo nota pero está muy ocupado ahora como para prestarle atención al contrario. El rubio balbucea pero logra mantener la calma, tal cual siempre ese hombre viene a la cafetería. Aclara su garganta.
—Dígame, señor.
—Uhm, sí —el atractivo hombre sonríe de vuelta—, me da un-
—Un capuchino y tres panes dulces para llevar, enseguida —guiña, y tan pronto como se da la vuelta, se retracta.
¡¿Un guiño?! ¡¿Un jodido guiño?! ¿¿Está loco?? Santo Dios, ten piedad.
Yoongi sacude la cabeza sólo para dejar ir ese pensamiento.
Por supuesto que está de buen humor. ¿Cómo no iba a estarlo si lo primero que pensó al despertarse esta mañana fue que en ese hombre iría a la cafetería de nuevo y podría verlo ya que oficialmente lo movieron al turno de la mañana?
Si Hoseok y él fuesen más cercanos lo sabría, pero no es como si fuese el más hablador en el trabajo. O en cualquier lado, así que está bien. No todos tienen que saber lo mucho que le gusta ese hombre alto, pelinegro y con pintas de príncipe en un traje que usualmente va por un capuchino y tres panes dulces.
Yoongi toma la tarjeta de crédito del hombre y después de procesar sus datos, le entrega su orden con una sonrisa.
—Muchas gracias —y ahora el hombre le guiña de vuelta, girando para irse.
Su corazón se salta un latido y sólo se queda ahí, con ojos abiertos y apenas respirando. Un llamado de atención de la mujer que viene después en la fila es lo que lo despierta y tiene que seguir trabajando, pero su mente se queda con el hombre atractivo.
La ceja de Hoseok vuelve a alzarse. Ahora todo tiene sentido... El pelirrojo ríe para sí mismo. Su compañero es tan obvio que le avergüenza un poco.
Cuando se da cuenta de que algo está mal después de un rato, llama al rubio.
—Hyung —Yoongi hace un sonido con su garganta—, el hombre pelinegro de traje que atendiste hace una media hora.
— ¿Cuál? Han venido varios hombres pelinegros.
—Mm —Hoseok hace una mueca, esforzándose en recordar a la persona a la que se refiere para entregar detalles más específicos—. El de traje como empresario.
— ¿Qué pasó con él?
—Olvidó su tarjeta.
Yoongi deja de servir el chocolate caliente para mirar la tarjeta dorada que Hoseok le tiende, entonces la toma.
ESTÁS LEYENDO
two little surprises ; yoonjin
FanfictionYoongi trabaja en una cafetería y tiene un crush en un atractivo hombre que siempre va ahí. Un día, el hombre olvida su tarjeta de crédito y Yoongi halla su dirección para devolvérsela, pero cuando llega ahí, se encuentra a sí mismo con dos pequeñas...