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    Serán las 10 de la noche para cuando las niñas caen dormidas. Cenaron, vieron tele, se ducharon y les contaron un cuento, tal como sus mayores les pidieron que hicieran.

Hoseok cierra la puerta de la habitación con muchísimo cuidado y suspira, encaminándose a la sala en donde Namjoon recorre juguetes del piso y los mete sus en bolsos y cajas. Se deja caer en uno de los sillones y oye al más alto reírse.

— ¿Cansado, Seok?

—Y que lo digas —suspira—. Si esto es lo más cercano a ser padre entonces hay que darle bastante crédito a Seokjin hyung.

—E incluso a Yoongi hyung —señala el pelinegro, Hobi regresa la seña dándole la razón—. Tendría que ser muy valiente para tomar una responsabilidad así. Aunque él lo hizo voluntariamente, se nota que los quiere.

—Así es —asiente—. Si tan solo en media tarde me siento así, no quiero imaginar cómo debe ser para ellos. ¿Te ayudo?

Namjoon balbucea; Hoseok no lo deja responder cuando ya está arrodillándose a su lado para ayudarlo a recoger los juguetes para meterlos en su caja y el más alto suspira, dejándolo hacer lo que desee.

—El día de por sí ha estado largo —afirma Namjoon, continuando su conversación. Hoseok sonríe, asintiendo.

—Ya sé, pero creo que soy bueno en esto de ser niñero. Quiero decir, espero que cuando mi noona tenga hijos pueda ser tan buen tío como con las princesas Soo.

Namjoon ríe por el curioso apodo por el que siempre lo ha escuchado llamarlas pero no cuestiona su procedencia, sólo le devuelve la sonrisa.

—Estoy seguro de que lo serás. Por cierto, olvidé mencionarlo más temprano, pero el castaño te queda genial. Aunque ya me hubiese acostumbrado a verte pelirrojo.

Hoseok ríe, negando con la cabeza y sintiendo el sonrojo formarse rápidamente en su rostro. Agradece por lo bajo y entonces ambos quedan en silencio terminando con lo que hacen. Sin embargo, algo de frustración lo rebasa y ni siquiera se atreve a subir la mirada para conectarla con la del pelinegro.

Quizás el cumplido lo interpretaría diferente de no ser porque sabe la verdad tras los sentimientos de éste, lo que lo vuelve incómodo para él. La llamada de temprano con Yoongi no abandonó su mente, el mayor no le permitió procesar lo que le dijo cuando ya había colgado. Lo dejó más que confundido y sin palabras. Llegó a pensar que era una broma, pero el hombre de hoyuelos no hizo más que demostrarle lo contrario el resto de la tarde. O quizás solo está siendo tan amable y atento como siempre lo es y él está viendo cosas en donde no las hay.

Sí, Hoseok realmente quiere llorar de frustración.

— ¿Hobi? —la voz del contrario aún arrodillado le hace respingar, viéndolo sonreír luego. Hoseok traga fuerte— ¿Pasa algo? ¿Te sientes bien?

—Sí, sí —sacude la cabeza—. Ah... Me quedé pensando, nada más.

—Oh, ¿y en qué pensabas?

—Yo, ah... Estaba pensando... —busca qué decir, pero suspira pesadamente bajando los hombros—. Pensaba en algo que me dijo Yoongi hyung temprano, cuando llamó antes de que Jin hyung se fuese.

Namjoon frunce el ceño, fijando la vista en Hoseok quien lo mira expectante con los labios entre abiertos. Al pelinegro no le hace falta pensar demasiado para saber a lo que se refiere el mayor.

Su semblante se relaja y suspira bajando la vista, chasqueando con la lengua y luciendo apenado sin siquiera hacer un intento por ocultarlo.

—Te lo dijo, ¿cierto? —pregunta en un murmuro cabizbajo. El pecho de Hoseok se infla, abriendo más los ojos.

two little surprises ; yoonjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora