십삼

806 111 3
                                    

— ¿Se divirtieron con Hobi y Joonie oppa? —pregunta Seokjin al teléfono, Yoongi lo mira y sonríe por encima de su hombro terminando de preparar el café para el desayuno— Sí, bebé, papá también las extraña, iré en un rato... No, ya saben lo que tienen que hacer... Ya les dije que no... Sí, pero con cuidado, Jungsoo-ah... Háganle caso a Hobi, ¿o no quieren galletas? No, si pelean no les llevo nada... No- ¡Ey! ¡Jisoo, no le jales el cabello a tu hermana! Aish...

Los hombros de Yoongi suben y bajan con su risa, girándose para ver a su novio regañar a sus hijas con un intento fallido de autoridad y tomando de la taza de café. El mayor lo ve con los ojos entrecerrados y niega con la cabeza antes de seguirles hablando.

Se despide diciéndoles lo mucho que las quiere y suspira, centrándose entonces en el desayuno que el rubio ha puesto frente a él.

—Recuérdame pensarlo dos veces cuando dejemos a las niñas en cuidado de otras personas.

— ¿Les dieron azúcar temprano cuando les dijiste que no lo hicieran, cierto? —adivina el menor, Seokjin alza las cejas.

—Al parecer tú eres el único que me escucha, porque no importa cuántas veces repita las cosas nadie lo hace —mastica y restriega su rostro con una mano en frustración. Yoongi ríe compadecido.

—Aunque los prefiero a ellos más que a Moonbyul, si soy honesto —Yoongi abre los ojos y sacude la cabeza, recordando cómo la rubia suele ser tan distraída que olvida a las pequeñas cada que las cuida. Seokjin ríe.

—Yo nos prefiero a nosotros —dice el pelinegro con la boca llena, provocándole un gesto de disgusto al menor.

—Agh, hyung, te creo, pero no hables con la boca llena —dice en satoori—. Deberías ser más amigo de Namjoon, son idénticos.

El mayor carcajea una vez traga y se inclina para besarlo rápidamente, la expresión de Yoongi aún intacta.

—Mm, ¿dormiste bien? —pregunta Jin dejando su taza en la mesa, Yoongi entrecierra los ojos ahora.

El más alto viste uno de sus suéteres anchos azul pastel que Yoongi se quedó en una oportunidad junto a un pantalón deportivo que sí pertenece al rubio, y su cabello largo cae desordenado sobre su rostro por más que se hayan duchado y lo haya intentado peinar.

A Yoongi le sorprende cómo éste Seokjin logra enamorarlo tanto o más que el Seokjin de traje y peinado de príncipe.

— ¿Es una pregunta capciosa, acaso? A duras penas dormimos anoche, amor.

Seokjin sonríe, por la manera en la que lo llama y por sus recuerdos de la noche anterior y los de ésta madrugada, junto a los de la ducha.

—No es una pregunta capciosa, es que luces cansado y me preocupa. Y tampoco me vayas a echar toda la culpa a mí, eh, te dije que me podía ocupar de mi erección mañanera por mí mismo y no quisiste.

Yoongi exhala una risita y sonríe apoyando su mentón de la mano.

—No me quejo, igual. Era lo que venía queriendo hacer desde hace un tiempo.

— ¿Y ahora lo confiesas? —abre los ojos, fingiendo incredulidad.

—Agh, Seokjin-ssi, tú sólo has tenido suerte de que las veces que hemos dormido juntos antes han sido en tu apartamento y las niñas están cruzando el pasillo, porque honestamente no sé cómo esperas que reaccione mi cuerpo con tus erecciones mañaneras rozándome el culo y tú estás muy dormido mientras yo tengo que mantener la compostura. En algún momento debía obtener algo de justicia.

Seokjin carcajea abiertamente echando la cabeza hacia atrás, su contagiosa risa abarcando el espacio y haciendo al menor ocultar el rostro en su mano y negar con la cabeza.

two little surprises ; yoonjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora