Si hay una cosa en la que Seokjin tiene toda la razón, es en que sus bebés son muy inteligentes.
Jungsoo ha aprendido muchas cosas desde que su curiosidad prevalece la mayor parte del tiempo, además de lo atenta y observadora que suele ser. Y Jisoo, por más distraída que sea, toma en consideración todo aquello que le parece importante y le da su merecido puesto.
Es de esa manera que su buen equipo se forma.
El timbre del primer recreo del día es la señal de Jungsoo para ir por su hermana. Todos los niños salen de sus aulas y la mayor debe escabullirse fuera de la mira de sus maestras para dirigirse hacia donde está Jisoo.
La escuela es gigante y mientras ella está con niños un poco más grandes, Jisoo está junto a los más pequeños así que se guía por eso para no perderse una vez llega a tal nivel.
Jungsoo recuerda todas las veces que papi les ha dicho que no deben salir de la escuela sin permiso, sino hasta que él (o Yoongi oppa o tía Byul) aparezca para llevarlas a casa, y como nunca lo han hecho, Jungsoo tiene miedo.
Es por eso que le hizo prometer a Jisoo que no le diría nada a papi porque ella sabe que están desobedeciéndolo, y papá las regaña o las castiga cuando le desobedecen. Pero ahora no es lo más importante.
No hay nada claro en su mente más allá de la intuición que le hace pensar con rapidez, por lo que se mueve de esa manera. La Kim mayor ha visto en las películas de Ninjas cómo esconderse para que no la descubran. Pasa desapercibida entre la enorme cantidad de niños y cuando ve la inconfundible mochila de su hermana, no lo piensa antes de tirar de ella.
— ¡¡Jungsoo un-!!
— ¡Vamos, Jisoo! ¡No pueden vernos!
A partir de ahí, una muy confundida Jisoo sólo hace lo que su mayor le dice, sin permitirle decir algo en algún momento.
Jungsoo toma su mano y no la suelta por nada del mundo; corren por los pasillos haciendo que algo en la mochila de Jisoo resuene, por lo que se esconden detrás de las puertas cuando oyen pasos, hasta que por una de las ventanas de un salón vacío logran llegar a las afueras del lugar y ahora deben pasar el lugar más temido:
El gran portón.
Oh, y Kogi; el perro de raza pastor alemán que lo cuida junto al guardia uniformado.
Desde una de las esquinas de la escuela, las hermanas Kim miran con preocupación el gran trayecto.
—Jungsoo unnie... —dice Jisoo temblorosa, escondiéndose detrás de ella— No vamos a poder...
Jungsoo mira una vez más hacia el frente y, tomando aire, cierra los ojos.
—Jisoo —girando hacia ella, la toma por los hombros. Con ojos asustadizos su hermanita sube a verla—. Siempre hay que estar juntas, ¿sí? Papi dijo: "Jungsoo cuida a Jisoo, y Jisoo cuida a Jungsoo" y Jungsoo y Jisoo hacen, ¿sí?
Jisoo asiente repetidas veces.
—Siempre... —responde, aferrando sus puñitos a la chaqueta de su hermana. Jungsoo la abraza y vuelven a mirar al frente, pero por ahí no pueden ir; hay que buscar otro lado.
Ah... Yoongi oppa tendrá que recompensarles con muchas galletas cuando lo encuentren.
*
El inicio del día no sienta bien para Yoongi, incluso si se levantó decidido a recuperar aquello que alejó por imbécil y al llegar al trabajo, Hoseok lo recibió con un abrazo y una mirada comprensiva más que de reproche. El rubio supuso entonces que Namjoon ya había hablado con él, pues tampoco tuvo que darle explicaciones sobre algo. Hoseok le permitió disculparse y, como otras veces, las palabras estuvieron demás.
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two little surprises ; yoonjin
FanfictionYoongi trabaja en una cafetería y tiene un crush en un atractivo hombre que siempre va ahí. Un día, el hombre olvida su tarjeta de crédito y Yoongi halla su dirección para devolvérsela, pero cuando llega ahí, se encuentra a sí mismo con dos pequeñas...