Capítulo 21 - Eso no me impide dejarlos lisiados

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Liu Wang miraba como se escapaban los matones y simplemente entrecerró los ojos y se giró para mirar a Li Feng y a Li Xue diciéndole: "No se preocupen, no les causarán problemas."

Li Feng salió de su aturdimiento y asintió como un pollito picoteando mientras guiaba el camino hacia su casa, unos minutos pasaron y llegaron a su casa. El interior era simple y ordinario con una cama y un mueble.

"Esta era mi casa pero después de que murieron mis padres, vinieron el grupo de Wu Ming para destruir este lugar y si no le damos una cuota de piedras espirituales entonces destruirían por completo este lugar..." Li Feng empezó a narrar su situación hasta que el sol se había ocultado.

Li Xue estaba acostada en su cama mientras miraba como Liu Wang y Li Feng hablaban de cosas triviales.

"Bueno, es hora de que deje la ciudad." Dijo Liu Wang mientras se levantaba del mueble listo para salir.

Li Feng y Li Xue también acompañaron a Liu Wang a la salida y preguntó: "Hermano mayor Liu Wang ¿nos volveremos a ver?"

La mirada de ambos niños mostraba anticipación por saber la respuesta a su pregunta.

"Muy probable, estaré recorriendo el continente por unos asuntos así que si el destino quiere entonces nos volveremos a ver." Respondió Liu Wang mientras hacia un movimiento con sus manos y una bolsa de tela apareció en su palma.

"Acá hay unas cuantas monedas espirituales que podrán ayudarle unos años sin tener que mendigar comida y les ayudará si es que quieren entrar en el camino de la cultivación. Nos vemos." Después de decir eso, empezó a alejarse del lugar en dirección a la salida de la ciudad.

"¡Cuídate Hermano mayor Liu Wang!"

"¡Te vamos a buscar!"

Li Feng y Li Xue miraron la espalda de Liu Wang mientras cada vez mas y mas se alejaba hasta que salió de su punto de vista.

...

Liu Wang había caminado varios minutos y sin embargo se había desviado de su camino para ir en dirección a una casa que también estaba alejada del centro de la ciudad pero se encontraba en mejor estado, caminaba silenciosamente sin emitir ningún sonido y pronto ya estaba en la puerta y de repente...

"¡Rápido busquen un doctor para que trate mi fractura!"

La voz familiar de Wu Ming se escuchó, al parecer aún no habían tratado su brazo.

"Tranquilo jefe, ya han ido a llamar al medico de la ciudad así que tenga paciencia por favor."

"Si jefe, quédese tranquilo."

Varias voces trataban de calmar la irritación de Wu Ming pero sus quejas cada vez se hacían más intensas.

"¡¡Maldito mocoso, lo voy a matar!!"

Rugió Wu Ming de repente y más maldiciones gritaba refiriéndose a un mocoso que en realidad seria Liu Wang.

"Jefe no sea imprudente, no podemos hacer nada en nuestra situación."

"¡Cállate! ¡Voy a tener mi venganza no importa como!"

Y justo en ese momento, la puerta del lugar salió volando, todos los bandidos se pusieron en alarma y salieron a ver que sucedía.

"¡Quien se atreve! "

"¡Da la cara bastardo!"

Los bandidos ya estaban con sus cuchillas en mano lista para atacar hasta que vieron la silueta del intruso.

"¡Tú...!"

Pronto se dieron cuenta que la persona que había irrumpido el lugar era Liu Wang que estaba sosteniendo en ese momento la Daga Merlín que anteriormente era empuñada por Chen Hao pero ahora estaba en las manos de su hijo.

El Poder EternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora