Capítulo 04 - Entrando a las ruinas misteriosas

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Después de ver a su padre partir, Chen Wang volvió a su residencia. En esta hora de la mañana casi nadie se despertaba, pero mientras pasaba por los pasillos en una de las entradas vio a un grupo de personas golpeando a un discípulo. Él al ver la escena que ocurría solo hace la vista gorda y fue por otro pabellón ya que, si trata de defender al chico, es muy posible que él sea el que termine golpeado.

"Siempre es lo mismo..." Suspiró para sí mismo mientras trataba de pensar en lo que haría estos días.

La mayoría de discípulos salen del clan y recorren la ciudad, pero Chen Wang no puede hacer eso ya que con su fuerza actual no podría defenderse de ningún matón que hay por las calles. El pasatiempo de Chen Wang es reunir hierbas medicinales y hacer medicinas o píldoras para su padre ya que siempre está recolectando núcleos de bestias salvajes y la mayoría de veces venía con heridas diariamente, entonces desde pequeño se acostumbró a hacerle medicinas, píldoras o cremas y así ayudarlo.

Su padre tiene en su residencia un lugar donde conserva todo tipo de hierbas medicinales que utiliza Chen Wang para hacer las píldoras. Cuando llegó a la residencia de Chen Hao, abrió la puerta de su habitación y sacó el saco de hierbas medicinales: "Parece que padre no ha recolectado más hierbas desde la última vez."

En el saco había hierbas y píldoras de calidad baja. Mientras combinaba varios tipos de hierbas medicinales después de unas horas pudo conseguir tres píldoras y dos aparte que ya estaba en el saco. Las tres píldoras que hizo Chen Wang era de grado bajo y las otras dos eran de grado media, las guardó en uno de sus bolsillos y cuando llegara su padre se las entregaría.

Cuando volvió a su habitación ya era medio día y la ama de llaves le llevo la comida a su residencia. Al terminar de comer iba a dirigirse a su lugar de tranquilidad, pero un grupo de tres personas le bloqueó el paso: "Es buen momento el encontrarte pequeño inútil." Un discípulo del grupo dijo mientras le lanzaba una mirada de desprecio. "Tsk porque no nos entregas las píldoras que llevas encima si no quieres que te rompamos las piernas."

"Hermanos creo que deben saber que un inútil como yo no lleva tales cosas como esa conmigo." Afrontando las amenazas del grupo, Chen Wang trató de arreglar las cosas hablando, pero parecía que no iba a funcionar.

"¿Crees que no sabemos que tienes píldoras encima? Será mejor que amablemente nos las entregues y así por lo menos te dejaremos con algunos huesos intactos." El mismo discípulo dijo eso mientras sonreía como si viera a un débil conejo que pronto sería devorado por los lobos hambrientos.

Después de escuchar lo que dijo el discípulo, Chen Wang perdió toda esperanza de que lo dejaran tranquilo e intentó escapar pero, cómo sería posible para una persona común intentar huir siquiera de las tres personas en la tercera etapa del Reino Espiritual donde la fuerza, velocidad y sus sentidos son superiores a los seres vivos comunes. Era simplemente ridículo.

¡Thump!

Chen Wang no pudo ni dar dos pasos antes de que lo tumbaran al piso y los tres empezaron a patear su frágil cuerpo, mientras recibía los golpes Chen Wang se cubrió la cabeza y los sonidos de algunos huesos rompiéndose resonaba.

¡Crack! ¡Crack!...

Él no soltó ningún sonido ni gemido mientras apretaba los dientes aguantando el terrible dolor de los huesos rotos y sangre en borbotones salía de la esquina de sus labios.

¡Tap! ¡Tap! ¡Tap!

En el pasillo se escuchaba algunos pasos y los discípulos se detuvieron ya que a la vuelta se escuchaba los pasos de alguien y al ver la figura de la persona, inmediatamente de alejaron.

"¡Maldición! ¡Luego volveremos por ti maldito bastardo!" El grupo de discípulos se fue rápidamente y Chen Wang seguía en el piso tendido apenas consciente de sí mismo.

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