Faltaba un día para que Chen Hao partiera hacia las ruinas junto con los ancianos y el maestro del clan. Chen Wang se encontraba afuera de su patio como siempre mientras miraba el cielo azul. Repentinamente se levantó de su patio y salió de su residencia hacia los árboles de cerezo, el lugar quedaba cerca de donde se encontraba y cuando finalmente llegó se sentó debajo del árbol mientras los pétalos caían para cubrir el pasto. Este era el lugar donde más tiempo pasaba para relajar su mente y este lugar era donde jugaba desde pequeño con Chen Lixue.
Los pétalos de cerezo seguían cayendo para acumularse en sus hombros, pero él seguía con los ojos cerrados como si nada en el exterior fuera importante aparte de su tranquilidad.
"¡Hermano Chen Wang! ¡Hey despierta!" Una dulce y tranquila voz se podía oír y lentamente Chen Wang abrió los ojos. Ante su vista estaba una chica hermosa que corría hacia él.
"¿Que sucede? ¿Por qué interrumpes mi sueño?" Dijo Chen Wang con una sonrisa que solo le pertenecía a esa doncella.
Chen Lixue lo miraba dulcemente con una sonrisa en su rostro: "Ya es hora de que comas, no es posible que te quedes sin comer así que apresúrate."
"Está bien entiendo, pero estaré un rato más en este lugar ¿No quieres acompañarme?" Chen Wang volvió a cerrar los ojos mientras daba unas palmaditas al lado izquierdo del pasto para que ella se sentara.
"Hmph" Chen Lixue resopló y se sentó al lado de él mientras miraba los pétalos de cerezo caer. "Este lugar sigue igual a como cuando éramos niños, siempre veníamos aquí a jugar o a mirar los pétalos de cerezo caer." Chen Lixue tenía una mirada de nostalgia mientras levantaba su mano y unos pétalos se posaban en su palma.
"Si... recuerdo que aquí fue donde te conocí, después de que había recibido una golpiza de los otros niños de mi edad, siempre venía a este lugar a desahogarme, pero un día te vi a ti en este mismo árbol llorando porque tu padre te nalgueó" Chen Wang se reía mientras recordaba esa escena. "Desde que me acerqué a hablarte nos volvimos más cercanos y cada vez después del almuerzo nos reuníamos en los árboles de cerezo a jugar."
"¡Ahhh...! No quiero recordar eso" Chen Lixue dijo eso mientras se cubría el rostro con sus manos blancas como la nieve. "En ese entonces mi padre se enojó porque por accidente casi incendio el patio."
Chen Wang se reía mientras los pétalos seguían acumulándose en sus hombros. "Fuiste la única persona que siempre estuvo conmigo cuando fui intimidado por los demás por ser un lisiado, pero no te importaba eso y seguiste reuniéndote conmigo." En ese tiempo Chen Wang siempre fue golpeado por los otros niños de su edad y cada vez que intentaba entablar una conversación siempre lo evitaban.
"Jejeje" Chen Lixue solo dio una dulce sonrisa en respuesta mientras agarraba el brazo de Chen Wang para abrazarlo apoyando su cabeza en el hombro de él. "Todo este tiempo siempre nos tuvimos a ambos para apoyarnos."
Ambos se quedaron en el árbol de cerezo hasta que los dos se quedaron dormidos. Al despertar se podía ver el atardecer mientras el sol se ocultaba, Chen Wang vio a Chen Lixue a su lado y la despertó porque ya era tarde. Mientras regresaban a sus residencias los dos se fueron por pasillos diferentes y cuando llegó a su residencia sacó de su habitación una caja donde se encontraba sus ahorros, aunque no era una fortuna tenía una cantidad de 3500 monedas espiritual ámbar. Pero al lado había un pedazo de papel dorado rasgado con palabras escritas. Chen Wang lo cogió y aquellas palabras decía:
【Por favor espero que la persona a la que le llegue esta nota cuide bien de mi hijo ya que nosotros no lo podremos hacer. Si tenemos la oportunidad vendremos por nuestro hijo, pero mientras tanto por favor cuídalo...】
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El Poder Eterno
Dla nastolatkówUn poder para proteger a mis seres queridos. Un poder para matar a mis enemigos. Un poder para cumplir mi venganza. Un poder para someter el mundo. Todo mi ser eterno será. ---------- Se prohíbe el plagio de esta historia. Historia registrada en Sa...